Según la última encuesta Casen, el 8,8 por ciento de la población de Chile no nacieron en el país. Esta equivale a 1,7 millones de personas y representa un alza de 7,8 por ciento desde 2006, cuando eran apenas el uno por ciento y sumaban 163 mil individuos.
La comunidad más grande es la venezolana, que es casi la mitad (49,2%) del total de extranjeros que viven en Chile, seguida por la población nacida en Perú (13,5%) y Colombia (11,8%).
Así lo dieron a conocer la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, y el director del Servicio Nacional de Migraciones, Luis Eduardo Thayer, al presentar los resultados de la Encuesta 2006-2022 sobre personas migrantes.
El sondeo se desarrolló junto con académicos de la Universidad Alberto Hurtado para revisar la participación de los extranjeros en distintas áreas de la economía y la sociedad los países receptores, como educación, empleo y acceso a la vivienda.
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POBLACIÓN URBANA
De acuerdo con la Casen, la migración es principalmente urbana : 97,1 por ciento.
La región Metropolitana es la principal receptora de personas que han migrado hacia Chile, con más de 1,1 millones de personas migrantes, equivalentes al 65,1% del total de la población migrante en el país.
La siguen Valparaíso (6,3%), Antofagasta (5,4) y Tarapacá (4,0%).
Sin embargo, en lo que respecta a concentración lidera Tarapacá, donde el 17,6 por ciento de la población regional es extranjera. Le siguen la Región Metropolitana (13,8%) y región de Antofagasta (13,3%).
EMPLEO
Al año 2022, el 40,9% de la población migrante se concentraba en el rango de edad de 30 a 44 años. «Esto tiene un impacto sobre las economías locales, que aumentan el tamaño de la fuerza laboral y se ven rejuvenecidas», precisa el documento.
De acuerdo con el sondeo, las personas nacidas fuera de Chile se desempeñan principalmente en trabajos clasificados en «servicios y vendedores de comercios y mercados» (26,1%); «ocupaciones elementales» (20,9%), como auxiliar de aseo y trabajo en casa particular.
Los datos muestran una diferencia de 8,9 puntos porcentuales en la proporción de personas migrantes y no migrantes ocupadas asalariadas que no contaban con un contrato de trabajo. Entre los migrantes llega a 19,2 por ciento, mientras que entre los nacidos en Chile equivale al 10,3%.
VIVIENDA
Casen también midió la tenencia de vivienda tanto para la población migrante como la nacida en Chile.
En esto, «se constata una disparidad significativa», sostiene el informe.
«Mientras la mayoría de los hogares con jefaturas nacidas fuera de Chile tienden a arrendar su lugar de residencia (79,2%), con similar proporción de departamentos y casas, los hogares con jefaturas nacidas en el país muestran una tendencia mayor hacia la propiedad de sus viviendas (61,5%), en su mayoría casas».
También, los hogares con jefaturas migrante muestran niveles de hacinamiento persistentes y superiores al promedio, lo que se traduce en una ampliación de la brecha entre ambos grupos en este indicador.
DISMINUCIÓN DE LA MIGRACIÓN
Luis Thayer, destacó que «esta información que se ha presentado hoy día es fundamental para poder avanzar con estos instrumentos que antes no existían».
Agregó que hoy «nos estamos haciendo cargo como Estado y como Gobierno de la implementación de la política migratoria a través de un plan de acción que tiene medidas orientadas a la inclusión de las personas que residen en Chile, donde hay brechas que se muestran en esta encuesta y que, por otro lado, busca recuperar la capacidad del Estado de gestionar los mayores flujos migratorios».
El director del Servicio Nacional de Migraciones detalló que las denuncias por ingreso migratorio irregular «han venido a la baja de manera sistemática», con bajas del 20% en 2023 respecto a 2022.
Además, «hoy tenemos una baja más sustantiva si uno mira los primeros cinco meses, con un 26% menos que el año anterior».
