Aunque hoy obtuvo una derrota, la victoria de su movimiento «sólo se ha aplazado», aseguró la líder ultraderechista de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, respecto de los resultados de la segunda vuelta de las elecciones en Francia.
A su juicio, estos comicios ponen «los cimientos de la victoria futura».
Más aún, «esto es una victoria en diferido», aseguró Le Pen.
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En contrapartida, calificó la votación como un «fracaso» para el Presidente Emmanuel Macron, aunque no pidió que dimita.
LAS CUENTAS ALEGRES DE LE PEN
Siempre sacando cuentas alegres, la líder de la extrema derecha destacó la progresión de su partido «pese a tener a todos en contra, incluida a la prensa, que ha tomado partido en esta campaña».
Según su razonamiento, independiente de las alianzas que se produjeron la Agrupación Nacional (RN) es «el primero de Francia».
Aseguró también que en «decenas de circunscripciones» se quedaron a uno o dos puntos de la victoria, razón por la cual auguró que el triunfo de la extrema derecha «llegará» en futuras legislativas.
Como sea, en estos comicios finalmente el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierda obtendría entre 172 y 215 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista de centroderecha, con entre 150 y 180.
RN y sus aliados, en tanto, lograrían entre 115 y 155, pese a que las proyecciones hace una semana les daban una mayoría absoluta y las de hace dos días, una victoria simple.
Todo esto, según las proyecciones de los medios especializados.
RENUNCIÓ EL PRIMER MINISTRO, PERO…
Uno de los primeros sucesos tras los comicios fue en anuncio del primer ministro francés, Gabriel Attal, de que tras los resultados de hoy, mañana presentará su dimisión.
Sn embargo, se mostró dispuesto a seguir dirigiendo el Ejecutivo de forma provisional ante la situación de bloqueo parlamentario y por la cercanía de los Juegos Olímpicos.