Este miércoles, líderes de religiones orientales firmaron el «Llamamiento de Roma por la Ética de la IA», que fue impulsado por el Vaticano el año 2020.
Esto con el objetivo de que la Inteligencia Artificial se desarrolle con «principios éticos que garanticen que sirva al bien de la humanidad».
Muchos líderes de religiones con raíces en Asia, incluidos grupos budistas, se reunieron en el parque de la Paz de Hiroshima, donde se llevó a cabo una ceremonia, para añadir su firma al código ético.
Durante la ceremonia, se guardó un minuto de silencio en memoria de las personas que murieron en el bombardeo atómico al final de la Segunda Guerra Mundial.
EL TEMOR FRENTE A LA IA
El avance de la IA genera preocupación en muchas ersonas y líderes mundiales por el impacto que podría tener en temas como la guerra, las elecciones o el empleo.
Y ya en 2020 empresas como IBM, Microsoft o Cisco, así como líderes religiosos del cristianismo, el islam y el judaísmo se sumaron al llamamiento.
En esta línea, el miércoles sumaron su firma, el presidente de la Asociación Mundial de Budistas, líderes sintoístas y el secretario general de la Comunidad Internacional Bahaí, entre otros.
El Llamamiento también ha sido firmado por la ONU, Italia y varias universidades.
«UNA MEDIDA URGENTE»
Los firmantes de llamamiento acordaron que los sistemas de IA «no deben discriminar a nadie» y que «siempre debe haber alguien que sea responsable por lo que haga una máquina». Los sistemas deben ser fiables, seguros, fáciles de entender y «no deben seguir ni crear sesgos», señalaron.
Cabe recordar que el papa Francisco mencionó este tema en junio, durante una cumbre del G7, en la que instó a regular la IA y la describió como un «instrumento fascinante y tremendo» a la vez.
En este contexto, investigadores del Instituto de Ética de la Inteligencia Artificial de la Universidad de Oxford valoran el tema «urgente e importante”.
«Cada día aparecen más ejemplos de los retos éticos que plantea la IA, desde el reconocimiento facial a la elaboración de perfiles de votantes, pasando por las interfaces cerebro-máquina o los drones como armas, y el debate en curso sobre cómo la IA afectará al empleo a escala mundial», señaló en Instituto.
