Al final ¿la esperanza? Por Abraham Santibáñez
El primero en hablar de “la Caja de Pandora” fue el ministro de Justicia, Luis Cordero.
Después han repetido la imagen hasta el cansancio comentaristas y dirigentes políticos. Cordero se refería al teléfono celular de Luis Hermosilla. Igual que en el mito griego, desde su interior han emanado más de 700 mil conversaciones, chats y eventualmente videos e imágenes.
En la historia original, eran todos los males que agobian a la humanidad, excepto uno.
El símil ha resultado abrumadoramente real. De la memoria del celular, de cuyo contenido solo se conoció una fracción durante la formalización de Hermosilla, han surgido contactos, nombres y relaciones inesperados.
Conducirán inevitablemente a nuevas diligencias de impredecibles consecuencias. También, pero esto ya no resulta novedoso, han aflorado vulgaridades, frases de doble sentido o de un solo sentido. Ya se sabía, conforme el primer audio, que chilenos y chilenas, supuestamente bien educados y a veces con título universitario, usan libremente lo que en otros tiempos se consideraba “lenguaje de carretoneros”.
Pero lo más importante son, por supuesto, los nombres que se han dado a conocer del teléfono de Luis Hermosilla.
Al final de las cinco jornadas de formalización del caso, la fiscal regional oriente, Lorena Parra, sobresalió nítidamente entre los nombres conocidos. También, de acuerdo a Ciper, apareció el ex jefe de la misma Fiscalía, Manuel Guerra. Cuando dirigía la investigación del caso Penta, dialogó vía chats con Luis Hermosilla, entregando información. El ministro de la Corte Suprema, Jean Pierre Matus, ha sido otro de los que surgieron a la luz pública: apareció vinculado en un reportaje de Ciper que reveló chats entre él y Hermosilla en 2019.
El ministro Álvaro Elizalde reconoció una «conversación» con Matus «con motivo de su nominación» a la Corte Suprema. En 2021 el Senado aprobó su designación por 30 votos. En CNN reveló que, además de haber conversado entonces con Hermosilla, lo hizo también con varios senadores que él conocía. El ministro Elizalde reconoció haber hablado con Matus pero descartó cualquier irregularidad.
Otro personero implicado es Miguel Crispi, amigo y asesor directo del presidente Boric.
La ministra Camila Vallejo sostuvo que «un tiempo atrás, todos ponían (a Hermosilla) en un alto estándar de prestigio, rigurosidad profesional, y era, por lo tanto, uno de los abogados a los cuales se acudía para las distintas defensas».
Entre otras personas de alta connotación se mencionó al exministro del Interior Andrés Chadwick. una investigación publicada por Ciper asegura que Hermosilla le habría transferido $190 millones a Chadwick en 17 depósitos entre marzo de 2020 y marzo de 2023.
Las transferencias oscilan entre los $4,5 millones y los $28 millones. Al respecto, mediante un comunicado recogido por Ex-Ante, Chadwick afirmó: «Todas ellas corresponden a pagos por trabajos jurídicos que se realizaron por mi persona desde el momento en que acordamos con el abogado Hermosilla conformar una comunidad de techo a comienzos de 2020».
El fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Oriente, Miguel Ángel Orellana, también dio a conocer un vínculo de Hermosilla con los hermanos Antonio y Álvaro Jalaff, fundadores del Grupo Patio: actuaba como un «consejero» y «operador» en favor de ellos
La lista es larga.
La que aparezca cuando Juan Pablo Hermosilla reciba todas las transcripciones, será mucho más sustanciosa. Obviamente sería un error creer que todos los nombres involucrados han tenido actuaciones al margen de la ley.
Además, no hay que olvidar que, según el mito, tras la salida de todos los males acumulados en la caja de Pandora, emergió la Esperanza…
