Mientras el ultraderechista Partido Republicano busca aislar a sectores de izquierda, en la UDI, RN y Evópoli hacen un llamado a no repetir los errores del proceso de la fallida Convención.
En un baño de realismo, la drecha tradicional se ha percatado que «la voz del pueblo» no está para proyectos identitarios e imposiciones de visiones ideológicas en materia constitucional. Demasiado reciente es lo ocurrido con la Convención Constitucional, antecesora del Consejo y, dadas las encuestas, no se vislumbra, por ahora, un resultado distinto dado el comportamiento del los ultraderechistas republicanos que poseen mayoría en el órgano, pero que requieren al bloque de CHV que cuenta con 11 escaños en el Consejo, cuyos votos son clave porque permiten llegar a los republicanos al quórum necesario para aprobar sus normas identitarias.
En la UDI, RN y Evópoli son varios los que quieren que la colectividad de José Antonio Kast busque un acuerdo más transversal en la discusión de las indicaciones. Esto, debido a que acusan que la propuesta de nueva Constitución podría quedar ideológicamente inclinada hacia las ideas del Partido Republicano, y no con una mirada más transversal de los sectores políticos, lo que sería un fracaso, nuevo fracaso y último, al menos por un largo tiempo.
Las enmiendas aprobadas -como la que consagra la cueca como baile nacional y el rodeo como deporte nacional- son un gesto al electorado duro de los republicanos. A eso se suma que en ese sector de la ultra derecha también han visto con inquietud que algunos consejeros republicanos -como Antonio Barchiesi y Luis Silva- hayan deslizado la idea de que se pueda llegar a un acuerdo dentro del Consejo Constitucional sin algunos sectores de izquierda, como el Partido Comunista.
TROPEZAR DOS VECES CON LA MISMA PIEDRA
Por ello es que se advierte que se podría caer en el error de la fracasada Convención Constitucional que entregó una propuesta inclinada hacia un sector político.
El presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, señaló que “es evidente que necesitamos una nueva y buena Constitución que permita la gobernabilidad en Chile en los próximos 30 años. Para eso, tenemos que conversar con todos los sectores y buscar un acuerdo amplio dentro de un contexto claro, que fueron tanto el 4 de septiembre y el rechazo ciudadano a un proyecto de extrema izquierda y el 7 de mayo (elecciones del Consejo Constitucional)”.
Mientras que su par timonel de RN, el senador Francisco Chahuán, indicó que “Chile Vamos va a tener un rol de ser un puente. Se tendrá que ver enmienda por enmienda. Pero estamos en un momento político, en que siempre hemos dicho que es importante entender que la Constitución es un pacto social de largo plazo y acá se requiere efectivamente establecer una Constitución mínima que sea capaz hacerse cargo de un amplio consenso nacional. Estamos hablando de textos, no de exclusiones ni de partidos. Y ojalá que ese texto sea representativo del país”.
Desde Evópoli, su presidenta, Gloria Hutt, prefirió no referirse al tema. Esto, debido a que ella es una de las consejeras en el órgano redactor, por lo que en su entorno transmiten que no quieren que alguna declaración suya pueda perjudicar las negociaciones en curso.
Eso sí, el jefe de bancada del partido, Francisco Undurraga, sostuvo que “lo correcto es ampliar la base de tal forma de tener un consenso que lleve a un resultado positivo del proceso. Dependerá del Partido Republicano que tiene la mayoría, ver si efectivamente son capaces de generar consensos a los de su propia base y generar una Constitución en la cual nadie se sienta mayormente excluido”.
