María Alejandra Energici, socióloga de la Universidad Andrés Bello, sostiene que la exhibición del cuerpo en Chile se presenta como un desafío en un contexto cultural caracterizado por su sobriedad y resistencia a destacar estéticamente.
Con el inicio del verano en Chile, la socióloga de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales (FECS) de la Universidad Andrés Bello (UNAB), María Alejandra Energici, examina de cerca los desafíos que se intensifican en torno a la percepción del cuerpo en la sociedad chilena.
Energici destaca cómo la exhibición del cuerpo se presenta como un desafío en un contexto cultural caracterizado por su sobriedad y resistencia a destacar estéticamente.
«La desnudez, al exponer las diferencias y vulnerabilidades del cuerpo, se encuentra en contraste con una cultura que valora la homogeneidad estética», subraya la experta.
En el ámbito laboral, Energici señala que la discriminación no solo afecta la experiencia profesional, sino que también tiene consecuencias económicas significativas.
«A nivel laboral, la discriminación se manifiesta en múltiples facetas, desde procesos de contratación hasta oportunidades de promoción y remuneración.
La vestimenta se convierte en una herramienta compleja, especialmente en trabajos con requisitos específicos que limitan las opciones de indumentaria», comenta.
Respecto a la seguridad personal y la elección de vestimenta veraniega, Energici destaca la conexión directa, especialmente para las mujeres.
«Algunas mujeres evitan ciertos tipos de ropa para reducir la exposición y minimizar las posibilidades de agresiones.
La vestimenta se convierte en una forma de enfrentar un entorno potencialmente hostil», comenta.
En cuanto a los cambios en la actitud de las personas hacia su cuerpo, Energici aborda el fenómeno del «camuflaje cultural».
La presión por cumplir con las normas corporales se intensifica durante esta estación, aumentando las expectativas y exigencias respecto a la imagen personal.
«Jóvenes que desafían estas normas son admirados socialmente, pero también enfrentan posibles agresiones», destaca la experta.
Con la llegada del verano en Chile, la vestimenta se erige como un factor determinante que refleja y amplifica las normas sociales establecidas, creando un entorno complejo para aquellos cuyos cuerpos difieren de la norma socialmente aceptada.
