El Consejo de Seguridad de la ONU ha respaldado una resolución de Estados Unidos que propone un plan de cese al fuego en tres etapas para poner fin al conflicto en Gaza.
Esta medida llega en un momento crucial, con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en Oriente Medio buscando apoyo para la tregua tras reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La resolución, presentada por el presidente Joe Biden y apoyada por su propuesta de tregua, fue adoptada con la abstención de Rusia y el voto favorable de los otros 14 miembros del consejo.
A pesar de ser la cuarta resolución sobre Gaza aprobada por el Consejo, las anteriores no han tenido efecto debido a la negativa de Israel a detener las hostilidades.
Octava visita del Secretario de Estado
Blinken, en su octava visita a la región desde el inicio del conflicto hace más de ocho meses, está promoviendo una nueva ronda de negociaciones que involucran a Qatar, Egipto y EE.UU.
para alcanzar un acuerdo entre Hamás y el gobierno israelí. Durante su visita, también se discutieron los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria a Gaza y la importancia de eliminar los obstáculos para la entrega de ayuda.
Aunque Hamás aún no ha respondido oficialmente al plan de Biden y busca garantías de un cese al fuego permanente y la retirada total de las tropas israelíes, Israel no ha mostrado mucha receptividad a un plan promovido por la administración de Biden.
El gobierno de Netanyahu ha enfatizado que la guerra no terminará hasta que Hamás sea “eliminado”, aunque está más abierto al intercambio de rehenes y al aumento de la ayuda humanitaria.
Plan B
Mientras tanto, Estados Unidos considera un “Plan B” que involucra negociaciones unilaterales con Hamás para la liberación de ciudadanos estadounidenses retenidos, si las conversaciones de cese al fuego no progresan.
Este enfoque podría aumentar la tensión entre EE.UU. e Israel y ejercer presión sobre Netanyahu, quien ha sido criticado por no esforzarse lo suficiente para alcanzar un acuerdo que permita la liberación de todos los secuestrados.
Las negociaciones unilaterales se llevarían a cabo a través de mediadores de Qatar y no involucrarían a Israel. Hamás podría ver esto como una oportunidad para presionar aún más al gobierno israelí.
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