Ya estamos a mitad de año y el cansancio laboral puede empezar a pesar. Es por eso que gracias a un estudio realizado por GQ India queremos entregarte una lista de buenos hábitos para fortalecer tu salud mental en el trabajo.
Mantener la salud mental es como mantener el equilibrio en un monociclo, esencial para no caer de bruces.
La verdad es que encontrar ese equilibrio perfecto entre productividad, ambición y elegancia es un trabajo arduo.
Mientras equilibras plazos y política de oficina, es fácil olvidar que tu cerebro necesita un descanso.
Priorizar tu salud mental no se trata solo de evitar el agotamiento; se trata de perfeccionar las habilidades que necesitas para tu propio éxito.
Nunca lo olvides
Puedes pensar que priorizar la salud mental es un lujo, pero aquí está la verdad: es una de las bases más importantes para el avance personal y profesional.
Cuando descuidas tu bienestar mental, corres el riesgo de limitar tu crecimiento y potencial. Una mente sana está más enfocada, más motivada y no se abruma cuando enfrenta desafíos.
Para que alcances nuevas alturas y logres tus objetivos con confianza y propósito, un estado mental saludable en el trabajo es extremadamente crucial, especialmente si trabajas en un entorno de mucho estrés.
Aquí algunas cosas que puedes hacer para mejorar tu salud mental en el trabajo:
1. Pon siempre límites
Aprender a decir “no” es una manera sensata de evitar el estrés excesivo.
Esto es fundamental para salvaguardar tu salud mental y mantener el equilibrio.
Definir claramente los límites en torno a la carga de trabajo, comunicar expectativas y tiempo personal asegura que no te sientas abrumado o agotado.
Establecer horas de trabajo designadas y seguirlas ayuda a prevenir que el trabajo invada la vida personal, permitiendo el descanso y la rejuvenecimiento que tanto necesitas.
Eso significa no revisar tus correos electrónicos en el teléfono una vez que hayas cerrado tu computadora personal por un día. Aprender a decir “no” a tareas o solicitudes que excedan tus capacidades puede ser incómodo, pero es una manera sensata de evitar el estrés excesivo.
2. Date un descanso.
No lo veas como un lujo, sino como una necesidad.
Una vez cada pocos meses, presiona el botón de pausa para reiniciarte.
Asegúrate activamente de no revisar tus correos electrónicos o ponerte al día con un poco de trabajo durante tus días libres, incluidos los fines de semana.
El objetivo de estos descansos es ayudarte a recargarte y evitar que te sientas mentalmente fatigado.
3. Practica la atención plena
Piensa en la atención plena como un día de spa para tu cerebro.
La atención plena puede significar muchas cosas, pero en este caso, se trata de hacer una pausa en la carrera para simplemente estar en el momento presente.
Cuando tomes un descanso para tomar un café o un té por la tarde, asegúrate de desconectarte de tu trabajo por unos minutos y simplemente estar presente.
La atención plena es una excelente manera de observar tus pensamientos y emociones sin ningún juicio, creando tu propio pequeño santuario mental en medio del caos de la oficina.
Al crear esta hiperconciencia, podrás combatir mejor el estrés, mejorar el enfoque y aumentar la resistencia.
Es como darle un suave masaje a tu mente, liberando la tensión y promoviendo la tranquilidad.
4. Prefiere la comunicación efectiva.
Trabajadores reunidos en una oficina en una sesión taller junta.
Sé un jugador en equipo, pero aprende a establecer límites y a externar tus preocupaciones y necesidades.
La comunicación efectiva es la salsa secreta para mantener tu bienestar mental en la oficina.
Se trata de crear una receta de claridad, empatía y comprensión para generar un entorno de trabajo de apoyo.
Al expresar abiertamente tus pensamientos, preocupaciones y necesidades, puedes fomentar una cultura de confianza y respeto mutuo.
