Si esto fuera una película, estaríamos recién terminando el enunciado: nuestro protagonista- seguramente interpretado por el galán de turno de Hollywood- es violentamente secuestrado desde su hogar y del seno de su familia, en un país que no es el suyo, por un grupo no identificado fuertemente armado.
El vehículo en el que lo trasladan se pierde en medio de la noche con rumbo desconocido.
Al rato encuentran el auto abandonado y comienza el desarrollo de la trama.
Corte.
VIDA REAL
El detalle es que no se trata de ningún filme.
Pasó el martes 20 de febrero, en Chile, alrededor de las 3:00 AM, en un edificio en la comuna de Independencia.
El secuestrado tiene nombre: Ronald Ojeda Morena, teniente coronel en retiro del ejército venezolano, comando, de 32 años, residente en Chile desde 2017, en calidad de refugiado desde diciembre de 2023.
Está casado, tiene un hijo de seis años y en su país se fugó desde la cárcel de Ramo Verde, una prisión destinada a los opositores al régimen de Nicolás Maduro.
Hace poco, su nombre salió en la declaración de uno de sus compañeros de celda que fue recapturado por las fuerzas policiales de su país. Ahí aseguró que Ojeda era parte importante en la planificación de “Brazalete blanco”, publicó La Tercera.
Este sería un “ataque contra la 21° Brigada de Infantería del Ejército Bolivariano para hacerse con el parque de armas de este cuerpo, luego de atentar contra la vida del gobernador Freddy Bernal y, posteriormente, iniciar una escalada de actos terroristas hasta el intento de magnicidio contra el Presidente Nicolás Maduro”, según comunicó Tarek William Saab, fiscal general del Ministerio Público de Venezuela.
Suficiente como para pensar que alguien pudiera tenerlo entre ceja y ceja. O, como con tanta afectación se dice ahora, podría ser considerado “persona de interés”, sea lo que sea que eso signifique.
TRES TEORÍAS
La secuencia siguiente de nuestra película tendría que ser el secuestrado en mano de sus captores.
Pero no podemos llegar ahí aún: nadie sabe quiénes son.
Como dicen en el Gobierno, que se apresuró en calificar el hecho como “grave”, “no son dos ni tres, son varias más” las teorías sobre la abducción, reconoció la ministra del Interior, Carolina Tohá.
Agregó que “en todas ellas se están haciendo diligencias y esperamos que de ese esfuerzo tan amplio vayamos teniendo resultados”.
“Quienes están encargados de decir qué arista se acerca a la verdad no es la autoridad política, sino la investigación penal que lleva la Fiscalía”, recalcó la secretaria de Estado.
En todo caso, sí son tres las teorías que se manejan con más fuerza: secuestro de contraespionaje, secuestro extorsivo del crimen organizado y auto secuestro.
TODAS DESCABELLADAS
“En mi opinión las tres son descabelladas”, dijo a EstaPasando Eduardo Labarca Lucero, prefecto (r) de la Policía de Investigaciones (PDI) y consultor en seguridad respecto de las teorías que se barajan. Pero no descarta ninguna de ellas.
A su juicio y según su experiencia de 32 años en la policía, la realidad suele superar a la ficción. Por lo mismo, “cuando uno comienza una investigación tiene que sacarse todos los prejuicios”.
Desde esa perspectiva, “puede ser secuestro de contraespionaje, de personas que trabajan para un gobierno X y que hayan penetrado a nuestro país con la idea de hacer una extracción militar de esta persona que está siendo buscada en su país acusada de traición a la patria y otros delitos”, detalló.
Agregó que “el secuestro extorsivo del crimen organizado también está presente, dado que este señor era una persona muy activa en las redes sociales. Por lo tanto, lo conocía mucho el mundo de sus congéneres venezolanos”.
La tercera alternativa “tampoco se puede descartar -afirmó Labarca-, dado que hoy a este señor lo conocen en todo el mundo y de alguna manera se puede pensar, descabelladamente, que se hace un autosecuestro para hacerse un nombre y quizás de un tiempo en adelante tener una carrera política en su país”.
DECLARACIÓN DE GUERRA
En todo caso, “si lo piensas bien, que venga un grupo de otro país, en este caso Venezuela, que vulnere las barreras que tiene nuestro país, que vengan personas, militares, ingresen armados, hagan una extracción militar de una persona, eso en otros países y en otra situación es casi bordeando una declaración de guerra para el país en cuestión”, reflexionó el prefecto (r) Labarca.
Y agregó otra teoría: que el gobierno de Venezuela “haya subcontratado al crimen organizado para que el crimen organizado lo secuestre y se lo entregue a ellos, como pasó tiempo atrás en Colombia, en donde guerrilleros secuestran a una persona de similares características y se lo entregan al gobierno venezolano”.
Escalofriante.
HISTORIA DE UN SECUESTRO
En imágenes del secuestro difundidas por televisión se observa a Ojeda en ropa interior siendo escoltado por un grupo de individuos armados a través de los pasillos de su edificio residencial.
El grupo, vestido de negro y cubierto con cascos y chalecos antibalas, aparentemente se hace pasar por miembros de la Policía de Investigaciones (PDI), con la sigla de la institución visible en su vestimenta.
Un vehículo con una baliza los espera en el estacionamiento del inmueble.
Cinematográfico, a lo menos.
“El Gobierno ha pedido a las policías que refuercen los controles fronterizos, tanto a Carabineros que tiene a cargo las fronteras, como a la Policía de Investigaciones que tiene a cargo el control migratorio”, declaró el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
También se solicitó la activación de una alerta a Interpol.
Se trata de un secuestro atípico, pues no se ha pedido rescate.
Y la situación es grave.
Al punto que el Presidente Gabriel Boric hizo una pausa en sus vacaciones para participar en una reunión telemática con la ministra del Interior, Carolina Tohá; el canciller Alberto van Klaveren; el titular de Justicia, Luis Cordero, y el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, para tratar el tema.
Luego hubo reuniones del Gobierno con otras autoridades, como el fiscal nacional Ángel Valencia, y se interpuso una querella.
Porque no se sabe hasta dónde puede llegar esta situación.
De hecho, a 72 horas del secuestro de Ronald Ojeda apareció otro exmilitar venezolano que se acercó a Carabineros de Talca para solicitar ayuda, ya que teme que le pueda pasar lo mismo que a Ojeda.
La Fiscalía del Maule tomó el caso y decretó investigación secreta.
IRONÍA
Volviendo al Presidente, este pidió a Cancillería realizar gestiones con Venezuela y también tomar contacto con países vecinos para sondear la información que manejan.
Porque algunas de las teorías implican vulneración de la seguridad del país, al punto que se especula que Ojeda puede haber sido rápidamente sacado de Chile.
El Gobierno confirmó que hay gestiones diplomáticas con autoridades venezolanas a través de nuestro embajador en Venezuela, Jaime Gazmuri.
Y que las policías también tomaron contacto con sus pares.
¿Y en Venezuela qué dicen?
Pues el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, negó e ironizó con la supuesta participación del gobierno de Nicolás Maduro en el secuestro del teniente en retiro Ronald Ojeda.
En su programa «Con el mazo dando» mencionó a uno de los denunciantes de la abducción, Iván Simonovis, ex jefe de Inteligencia de la oposición que vive en Miami.
“Él (Simonovis) dice que, escuchen estas historias, por eso lo corren, un comando de la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela) fue a Chile -saquen la cuenta cuántos kilómetros hay de aquí a Santiago de Chile-, secuestraron a un tipo allá y se lo trajeron de Chile para acá. Y pasaron por todos los países que había que pasar hasta aquí y nadie se enteró. Es que nosotros somos unos campeones. Si nosotros podemos hacer eso, ¿Quién nos para en este mundo?”, comentó Cabello.
Según el diputado Jaime Araya (IND-PPD), “si se confirma la participación de agentes venezolanos en el secuestro, Chile debe romper todo tipo de relaciones y denunciar a la narcodictadura de Maduro en tribunales internacionales”, dijo en Radio Bío Bío.
Según dijo a La Tercera José Rodríguez, compañero de Ronald Ojeda en la Academia Militar en Venezuela, “creemos que efectivamente fue secuestrado por parte del régimen de Venezuela”.
FINAL ABIERTO
Como todavía no se sabe qué pasó con Ojeda, difícilmente nuestra película podría tener un final y un epílogo.
Según el prefecto (r) Eduardo Labarca, “el desenlace está abierto. Yo hoy lo que estoy predicando es que dejemos trabajar a los que saben. Y los que saben los detectives de la BIPE, la Brigada de Investigación Especial y Antisecuestros de la Policía de Investigaciones”.
“Se tiene que trabajar en silencio”, recalcó.
“El secuestro extorsivo no es un hecho aislado. Nuestro país los secuestros son pan de cada día. Empezaron primeramente entre bandas criminales, después pasaron a secuestrar a mini empresarios y hoy están subiendo el escalón. Y ese es el escalón que ha habido en otros países, después se vienen personalidades políticas y así comienza a reinar la violencia y la inseguridad en un país”, advirtió.
A su juicio. Sí podría ser un hecho aislado si se comprueba que “oficiales o militares extranjeros que vulneran la soberanía de un país, ingresan con armas, hacen una extracción de esta persona que es buscada en su país”.
Y “eso sería un hecho aislado y un camino incierto, si es que nuestros gobernantes no hacen nada y no generan una gran queja por esta situación con el país de Venezuela”.
