La pasada, fue una semana clave en el futuro del PPD. Un partido que nació para ser instrumental y que con el tiempo se fue asentando siendo parte, en más de 30 años, de distintos gobiernos. Llegando incluso algunos de sus militantes a ocupar los puestos más altos de la nación, como Ricardo Lagos Escobar.
Su rol de equilibrio lo situó casi en el centro político como un partido bisagra que era capaz de lograr acuerdos desde el PC hasta la DC. Pero hace ya algún tiempo viene de capa caída y lo mostró en las últimas elecciones de consejeros.
LIDERAZGOS
¿Haber ido en dos listas fue la clave del desapego social? Ciertamente no. El problema era de la izquierda y su rol en el proceso constituyente anterior y su gestión de gobierno no del PPD. Eso también le pasó la cuenta al Partido Por la Democracia. Entre lo valorable, fue haber generado nuevos liderazgos, como el de su actual presidenta Natalia Piergentili, Mario Marcel o el del diputado Raúl Soto.
También mantuvo otros, más o menos validados socialmente pero con fuerza al interior de las «sensibilidades» del partido. Guido Girardo, carolina Tohá, Sergio Bitar, jaime Quintana, Francisco Vidal, Lagos Weber y otros, aún conservan su vigencia.
Sin embargo, hoy el PPD vive momentos claves. Desde desaparecer hasta fundirse en un abrazo eterno con el Partido Socialista y otras fuerzas de izquierda como el Partido Liberal y el Partido Radical, igualmente intrascendentes para el país y el propio gobierno.
CASTIGADOS E INTRASCENDENTES
Para el incombustible Guido Girardi, «La sociedad ve irrelevantes a los partidos; el PPD, el PL y el PR no mueven la aguja», aseguró en Cooperativa. Algo similar, señaló Natalia Piergentili en El Mercurio, pero esta vez, referido al gobierno: «Se instaló una distancia con el Gobierno y un enojo que no tuvo manera de resolverse», dijo. Claro que ella cree que el tema es personal y no institucional.
«Sentí que después de las dos listas y mi entrevista se instaló una distancia con el Gobierno y un enojo que no tuvo manera de resolverse, y eso sí afectó las negociaciones para presidir el partido porque finalmente somos parte del Gobierno, y los liderazgos prefieren tener una relación más fluida». Y agregó que «mi forma de ser tuvo ciertos costos en la relación con La Moneda, qué duda cabe», agregó Piergentili.
La urgencia de resolver el futuro quedó plasmada en estas elecciones, estima Girardi, para quien, la futura directiva encabezada por Quintana deberá «avanzar a juntar al Socialismo Democrático». Y lo dice, de seguro no solo convencido en la unidad de propósitos, sino que ante la cierta amenaza de una norma que coloque la vara en el 5% a los partidos para sobrevivir, lo que ahora, a la luz de las últimas elecciones, el PPD no alcanzaría.
LA FEDERACIÓN SOCIALISTA
«Chile necesita una fuerza progresista que sea responsable, seria, que tenga ideas, que sepa gobernar», dijo el eterno líder del PPD, y exsenador, apuntando a «avanzar a juntar al Socialismo Democrático», asimilando que «el desafío que tenemos nosotros es entender que los partidos son irrelevantes, que para la sociedad los partidos son instituciones que no sirven, que no le resuelven sus problemas y que han perdido electorado», afirmó.
«El PPD, el Partido Liberal, el Partido Radical, no mueven la aguja y por lo tanto tenemos que avanzar a juntar al Socialismo Democrático, porque Chile necesita una fuerza progresista que sea responsable, que sea seria, que tenga ideas, que sepa gobernar, así como están colaborando Mario Marcel, Carolina Tohá, Álvaro Elizalde en este Gobierno», sostuvo.
Esa y no otra es la que el líder histórico del PPD ve en la siguiente directiva: «avanzar a la construcción de una propuesta de Socialismo Democrático, una federación que sea relevante y que tenga ideas de futuro», así como «resolver los problemas de la seguridad con la inteligencia artificial», de salud o los de educación: «Chile está sentado arriba de una mina de oro y de diamantes, puede salvar al planeta, tiene el hidrógeno para todo el planeta, tiene el litio, tiene el cobre», afirmó.
TOHÁ LA ESPERANZA
Incluso fue más allá, pues asegura que uno de los principales liderazgos para el Socialismo Democrático es la actual ministra del Interior, enfatizando que «de una vez por todas hay que dejar de ponerle cortapisa a Carolina Tohá».
Tohá «ya tiene las tareas más duras y más difíciles que se le ha encomendado a un ministro, que es resolver los problemas de seguridad. Y todo lo que está haciendo lo está haciendo bien. Y si no lo apoyamos no va a lograr resolver los problemas que más demanda la ciudadanía».
Ese partido instrumental, que por definición era de corta vida, quiere seguir gravitando y aspira, por qué no, a que uno de sus liderazgos asuma la tarea de llevar a Chile hacia tiempos mejores. Si Tohá pasa la prueba, podría intentarlo, pero el PPD debe definirse y el tiempo se agota. ¿Seguirá el socialismo democrático jugándose por salvar al gobierno o, derechamente deberá buscar su propio camino?
