Una denuncia interpuesta ante la Contraloría General de la República por un trabajador del Cementerio General de Santiago redundó en la confirmación de una fiscalización de la secretaría regional ministerial (seremi) de Salud al camposanto.
Luis Yévenes, presidente de la Asociación de Funcionarios del recinto, acusó que hay 450 ataúdes abandonados desde hace ochos meses, acumulados en las afueras de la oficina donde efectúan labor al menos cuatro personas encargadas de exhumaciones en los patios del recinto.
Esas urnas pertenecen a personas que murieron a causa del Covid-19 y otras enfermedades y “que fueron cremadas”, pero debido a que la máquina compactadora que realiza el trabajo lleva ochos meses averiada, los cajones que ocuparon aún no han sido destruidos, publicó La Tercera.
Ante la denuncia la seremi concurrió al Cementerio General. Inició un sumario sanitario, notificó a la administración y mandató la disposición inmediata de las urnas a un sitio autorizado con rellenos sanitarios.
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«VENGO A DENUNCIAR A MI EMPLEADOR»
La denuncia se dirige directamente a la contralora (S) Dorothy Pérez Gutiérrez, y detalla que «quien suscribe, Luis Yévenes Cepeda, trabajador del Cementerio General de Santiago, con contrato vigente, vengo a denunciar a mi empleador, Municipalidad de Recoleta, representada por el Alcalde Daniel Jadue Jadue”, dice parte del documento presentado.
Agrega que el hecho fue reportado a la Administración del Cementerio, pero pese a que dicen haber expuesto el problema, “aun nos dan una solución”.
A juicio del denunciante, se vulnera el Artículo N°184 del Código del Trabajo” -respecto de medidas de higiene y seguridad en el trabajo- y los Artículos N°3, 32, 33, 37 del Decreto Supremo N°594, sobre condiciones sanitarias y ambientales de trabajo.
«Las urnas están contaminadas con agentes biológicos tales como bacterias y virus”, argumenta Yévenes, quien además apunta que muy cerca de donde están los ataúdes “se encuentran trabajadores que por la naturaleza de su trabajo se tiene que cambiar ropa y asean en esas dependencias, lo cual significa un grave riesgo para su salud”.
¿QUÉ DIJERON EN EL CEMENTERIO?
Raschid Saud, actual director del Cementerio General, aseguró que “no es efectivo lo que dice el denunciante”, ya que los ataúdes se acumulan en el patio sanitario hace “60 años”.
Según Yévenes, están en el “Horno N°3, donde trabajan los exhumadores”.
Saud aseguró a Radio Bío Bío que el hecho que los ataúdes estén en ese lugar “no afecta a la salud de nadie y no hay nada extraordinario, porque los funcionarios no trabajan ahí”.
En todo caso, dijo que el arreglo de la máquina trituradora se hará la próxima semana y afirmó que el cementerio sí ha tomado medidas en el asunto.
