El 2 de octubre de 2024, los agrupados en el Sindicato de Arbitros de Fútbol Profesional Chileno (Arbifup) le daba un nuevo remezón a la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP): el 95,38% de quienes integran la entidad gremial optó por la paralización de actividades. Esto se da en un momento decisivo, donde Universidad de Chile y Colo Colo batallan para ganar el Campeonato Nacional.
Los encargados de la aplicación del reglamento pretenden un significativo reajuste en sus salarios. El foco está puesto en la mejora de las condiciones para los árbitros que dirigen en Primera División, pero que no forman parte de la plantilla de contratos a tiempo completo.
“En Primera División, desde que se profesionalizó el arbitraje, nunca ha habido un aumento en el base. Ni siquiera por IPC». Acusa la entidad sindical presidida por Cristián Droguett.
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Ahora bien, la petición que más complica a la ANFP tiene que ver con el ingreso base que perciben los árbitros que no forman parte del staff de tiempo completo.
Actualmente, esa cifra está pactada en $90 mil, a lo que se agregan los estímulos por convocatoria, lo que incluye la participación en los partidos como jueces centrales, asistentes, cuartos árbitros o encargados de participar en la administración del VAR.
Ahora, el sindicado pide que el piso sea de $ 500 mil. Es decir, el sueldo mínimo en el país.
El rechazo de los árbitros
A comienzos de octubre, los árbitros convocaron a una votación electrónica para resolver la última propuesta de la asociación que, a su vez, había advertido a los clubes respecto del proceso que estaba desarrollando y del inherente riesgo que se corre.
“En dicho contexto, se llevaron a cabo diversas reuniones con el objeto de lograr un acuerdo satisfactorio para las partes, habiendo realizado la Asociación Nacional de Fútbol Profesional sus mayores esfuerzos considerando la situación financiera de la misma». Menciona parte del comunicado formado por el gerente general de la ANFP, Pablo Silva.
Prosigue. «Este proceso culminó en una última oferta por parte de la ANFP, que considera montos superiores a los contenidos en el contrato colectivo vigente y en aquellos conceptos que el Sindicato solicitó incrementar”.
Sin embargo, pese a los intentos de la entidad presidida por Pablo Milad, la propuesta recibió una respuesta categórica: el 95,38% rechazó la oferta y anunciaron una huelga.
El respiro de la ANFP
Pese a la votación de los árbitros, la ANFP tiene un respiro. En teoría, la paralización de debía materializarse este martes. Sin embargo, de acuerdo en lo establecido en la ley, la entidad de fútbol, solicitó la mediación de la Dirección del Trabajo, con la finalidad de allanar un entendimiento.
Esta maniobra busca conseguir más tiempo sin que se ejecute el paro, para así presentar una nueva propuesta que convenza a los árbitros. De hecho, de acuerdo con lo informado por La Tercera, las gerencias general y de Recursos Humanos, apoyado por un equipo jurídico, estarían trabajando en una nueva propuesta.
Aunque, la distancia de montos era considerable. El Arbifup pedía pasar de $95 mil a $500 mil. Quilín, en tanto, hizo los cálculos y mencionó que los gastos se dispararía de los $5 mil millones anuales que salen hoy, a unos $8,5 millones. Una cifra inabordable para una ANFP con serios problemas económicos.
La solicitud de la mediación tiene un efectivo concreto. La ley establece que el primer período para los acercamientos es de 10 días hábiles. Para el segundo, otra vez si alguna de las partes lo solicita, se fijan en cinco. En la práctica la gestión garantiza la disponibilidad de jueces para dos compromisos fundamentales.
