La CMF sigue en la lucha. La situación en Azul Azul, la sociedad anónima que controla a la Universidad de Chile, se mantiene agitada tras el controvertido cambio de propiedad que permitió a Michael Clark tomar el control del club.
A pesar de los intentos de la administración por calmar las aguas, las complicaciones legales no dejan de acumularse, especialmente tras la intervención de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
EL CAMBIO DE PROPIEDAD
El traspaso de la mayoría de las acciones de Azul Azul al Fondo de Inversión Privado Tactical Sport, liderado por Clark, ha generado una serie de inquietudes legales.
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Según el artículo 54 de la Ley del Mercado de Valores, cualquier infracción a este precepto no invalidará la operación, pero sí otorga el derecho a los accionistas o terceros afectados de exigir indemnizaciones y sanciones administrativas.
Desde el Centro Deportivo Azul, se argumenta que este aspecto legal no pone en peligro la validez del traspaso realizado por Clark a través de su inversión en Inversiones Antumalal S.A., ya que la falta de una oferta pública de acciones solo traería consigo multas o sanciones, pero no afectaría la transferencia de poder.
CMF Y DESTINO DE SARTOR
Sin embargo, la Comisión para el Mercado Financiero no ha dejado de monitorear de cerca la situación. Tras los castigos iniciales al Grupo Sartor AGF, excontrolador de la U, la CMF tomó medidas adicionales al designar a Ricardo Budinich Diez como nuevo liquidador externo de la administradora de fondos Sartor AGF.
Budinich, quien se suma a Fernando Pérez Jiménez, tiene la misión de supervisar el proceso de liquidación de los fondos, que podría extenderse por un tiempo indefinido.
Según fuentes cercanas a la CMF, la decisión de nombrar a un liquidador externo se justifica tanto por la necesidad de llevar a cabo un proceso de liquidación complejo como por la intención de liberar a los equipos de la comisión para retomar sus labores.
Esto significa que el futuro inmediato de Azul Azul y su administración está bajo un estricto escrutinio, lo que podría derivar en nuevas sanciones o consecuencias legales a medida que avance la investigación.
¿QUÉ SIGUE PARA AZUL AZUL Y CLARK?
A pesar de las incertidumbres, la administración encabezada por Michael Clark sigue firme en sus objetivos, manteniendo que la transacción realizada no tiene irregularidades que puedan afectar la operación de forma definitiva. Sin embargo, con la CMF llevando adelante un exhaustivo análisis, el futuro de Azul Azul parece estar lejos de ser tranquilo.
Los próximos pasos dependerán de cómo avance la investigación y de las decisiones que se tomen respecto a las posibles sanciones. Si bien la operación de traspaso no se considera inválida, las repercusiones podrían extenderse a la reputación de la sociedad y, en última instancia, a la relación con los hinchas y socios del club.
Por ahora, Azul Azul sigue adelante con su proyecto, pero la lucha con la CMF sigue latente.