Los equipos brasileños están arrasando en el Mundial de Clubes 2025. Con sus cuatro representantes clasificados a octavos de final, Brasil no solo es protagonista en cancha, sino también en redes sociales. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aprovechó el momento para lanzar un desafiante mensaje que rápidamente se viralizó: “Dijeron que íbamos al Mundial a divertirnos… así que fuimos. Pero a caminar sobre ellos”.
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La superioridad brasileña no es una exageración: Palmeiras ganó el Grupo A y lo hizo con autoridad. Botafogo, contra todos los pronósticos, clasificó segundo en el Grupo B y nada menos que tras vencer al campeón de la Champions League, el PSG. Flamengo fue líder del Grupo D y derrotó al Chelsea. Y Fluminense, escolta en el Grupo F, también consiguió su boleto a la siguiente ronda.
Este dominio encendió el orgullo nacional. Desde su cuenta oficial en X (antes Twitter), la CBF publicó un emotivo video con las mejores jugadas de los equipos brasileños, acompañado de una arenga que mezcla pasión, identidad y ambición:
“Esto es BRASIL. Con S. De samba. De sudor. De sueños. Sin miedo. Sin frenos. Sin límites. Puede que lo hayan olvidado… pero hicimos que el mundo lo recordara”.
El posteo fue compartido por figuras del fútbol y generó reacciones de admiración y polémica en todo el continente. No es para menos: Brasil ya tiene asegurado a un semifinalista, ya que Palmeiras y Botafogo se enfrentarán en octavos de final. Fluminense, por su parte, se verá las caras con el Inter de Milán, mientras que Flamengo protagonizará un partidazo frente al Bayern Múnich.
El rendimiento de los equipos brasileños no solo refleja el momento dorado del fútbol local, también revitaliza la imagen internacional del país tras algunos años de frustraciones con la selección. El Mundial de Clubes, con su nuevo formato, está demostrando que los clubes sudamericanos pueden competir de igual a igual con las potencias europeas, y Brasil está marcando la pauta.
La respuesta del mundo fútbol no se ha hecho esperar. Medios de Argentina, España, Italia y Francia han destacado la presencia brasileña y su nivel de juego. Y si bien aún queda mucho por disputar, el mensaje es claro: Brasil no solo vino a participar. Vino a dejar huella.
