El presidente de Azul Azul, Michael Clark, sigue sumando problemas a su ya complicada gestión al frente de la sociedad anónima que maneja la Universidad de Chile.
El último capítulo de esta historia lo protagoniza una nueva citación emitida por la PDI a solicitud del Ministerio Público. La causa involucra los contratos de La U con casas de apuestas, un tema que ya había generado controversia tras la negativa de Clark a entregar los antecedentes solicitados por la fiscalía.
LA CITACIÓN SIN RESPUESTA
La fiscal Rossana Folli, encargada del caso, había citado a Clark a mediados de julio de 2024, pero el presidente de Azul Azul no compareció personalmente.
En lugar de ello, envió a una abogada para que representara al club en la diligencia, donde alegó no tener información sobre los contratos de La U con casas de apuestas como Betano, pese a que dichos acuerdos estuvieron vigentes hasta 2023.
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«En cuanto a los contratos suscritos entre Azul Azul y las empresas de apuestas en línea, estos no serán aportados por el momento», aseguró Michael Clark en aquella ocasión, una declaración que no fue bien recibida por la querellante, Polla, que estima una pérdida patrimonial superior a los 200 millones de dólares a raíz de la proliferación de casas de apuestas ilegales.
REACCIÓN DE POLLA Y NUEVA DIRIGENCIA
El representante de Polla, Andrés Ortúzar Gjuranovic, no dudó en calificar el comportamiento de Clark como «insólito» e «ilegal», lo que llevó a la fiscal Folli a ordenar nuevas diligencias.
La instrucción es clara. El presidente de Azul Azul deberá declarar sobre los contratos con Betano, identificando a las personas y empresas involucradas, así como entregar los documentos pertinentes.
Esta citación también afecta al presidente de la ANFP, Pablo Milad, y a los timoneles de varios clubes de la liga chilena, quienes deberán informar sobre los acuerdos con empresas de apuestas.
CAMBIO DE PROPIEDAD Y LA CMF
Mientras la investigación avanza, Azul Azul enfrenta otra crisis interna. A fines de 2023, Michael Clark adquirió la mayoría de las acciones de la concesionaria que maneja al club, desplazando a Sartor, hasta entonces la principal controladora.
Sin embargo, esta movida fue rápidamente cuestionada por la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF), que señaló que Clark debió haber realizado una Oferta Pública de Adquisición (OPA) para concretar la compra.
El regulador financiero de Chile ya ha pedido explicaciones al presidente de Azul Azul y evalúa posibles sanciones por incumplimientos en la operación.
Esta situación se complica aún más con la reciente renuncia de dos directores ligados a Sartor, lo que deja a la U en un escenario de incertidumbre y genera nuevas dudas sobre el futuro de la institución.
UNA CRISIS QUE NO CESA
Con estos nuevos problemas legales y financieros, el futuro de la Universidad de Chile bajo la presidencia de Clark se presenta cada vez más incierto.
La presión sobre el club crece, tanto por la investigación de las casas de apuestas como por las dificultades con el cambio de propiedad.
Mientras tanto, la hinchada azul sigue esperando una respuesta clara, que aún no llega, en un año que comenzó cargado de incertidumbre.