El Cacique vivió una noche para el olvido en Brasil. Fortaleza lo superó con un contundente 4-0. Con este resultado, Colo Colo se hunde en el Grupo E de la Copa Libertadores y ve cada vez más lejana la clasificación a octavos de final.
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Colo Colo vivió una pesadilla en Brasil. Desde el arranque, Fortaleza impuso un ritmo frenético que el Cacique nunca pudo igualar. El equipo brasileño mostró intensidad, presión alta y verticalidad, mientras que Colo Colo quedó atrapado en imprecisiones y errores defensivos que terminaron costándole muy caro.
El primer golpe llegó a los 25 minutos, cuando Breno Lopes desbordó con facilidad a Alan Saldivia y fusiló a Brayan Cortés. El segundo fue apenas cinco minutos después: una pérdida de balón de Arturo Vidal en la mitad de cancha permitió a Marinho sacar un misil desde fuera del área para el 2-0. El equipo albo estaba aturdido y Fortaleza lo olió como un tiburón.
El tercero fue quizás el más doloroso: a los 39’, un centro inofensivo terminó en desastre tras una falta de comunicación entre Cortés y Wiemberg, que dejó a Deyverson solo para empujarla. En apenas 40 minutos, Colo Colo era un manojo de nervios.
En el segundo tiempo, Jorge Almirón intentó meter mano al equipo: cambios en ataque, reforzar la mitad de cancha, pero nada surtió efecto. Fortaleza bajó una marcha, pero nunca perdió el control. El Cacique no tuvo ideas ni piernas para reaccionar. Para colmo, a los 85’, el excolocolino Juan Martín Lucero ingresó y marcó el cuarto gol, sellando la humillación con un zurdazo letal.
Los errores defensivos, la poca coordinación, las pérdidas en salida y la falta de peso ofensivo marcaron la tónica de Colo Colo en un partido para el olvido. Fortaleza, por el contrario, fue un equipo práctico, ambicioso y efectivo, que no perdonó ninguna falla.
El 4-0 en Brasil deja al Cacique en la cuerda floja en la Copa Libertadores. La goleada no solo golpea anímicamente al plantel, sino que compromete seriamente sus opciones de avanzar a octavos de final. Almirón y compañía tendrán que hacer autocrítica urgente: corregir errores, recuperar confianza y jugarse la vida en los próximos dos partidos.
Porque si algo quedó claro esta noche en el Arena Castelao es que en el fútbol continental, los descuidos y la falta de jerarquía se pagan con goleadas.
