Colo Colo atraviesa uno de los momentos más difíciles de su temporada, con una creciente tensión entre los jugadores y la dirigencia encabezada por Aníbal Mosa.
El desencadenante de la crisis fue el incumplimiento de la promesa de premios por parte de la dirigencia tras la participación en la Copa Libertadores 2024, lo que llevó a los futbolistas a no presentarse para la fotografía oficial el pasado lunes.
La situación escaló rápidamente, destapando más problemas internos que van más allá del dinero. Según informaciones reveladas por El Mercurio, el descontento del plantel no solo se debe a los premios impagos, sino también al excesivo protagonismo que ha tomado Mosa en la toma de decisiones y su constante intervención en el día a día del club, incluso sobrepasando la autoridad del entrenador Jorge Almirón.
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PREMIOS, MULTAS Y SORPRESAS
Todo comenzó cuando la dirigencia de Blanco y Negro informó a los jugadores que los premios acordados para el desempeño en la Copa Libertadores, una suma que rondaba los 3,5 millones de dólares, sufriría una serie de descuentos.
Casi 500 mil dólares menos de lo que los futbolistas esperaban, debido a conceptos como multas, tarjetas amarillas o llegadas tarde a los entrenamientos.
Esta sorpresa caló hondo entre el plantel, que se sintió engañado por una promesa incumplida, especialmente porque, según fuentes de la concesionaria, Mosa había asegurado que no habría descuentos en los premios.
MOSA, EL «EXTRA» EN EL VESTUARIO
El malestar económico, sin embargo, no es el único frente abierto dentro del camarín. Los jugadores también se sienten incómodos con la presencia constante de Mosa en el entorno del equipo.
Según el citado medio, los futbolistas consideran que el presidente está tomando un protagonismo excesivo, incluso en situaciones que deberían ser manejadas por Almirón. Un ejemplo de ello ocurrió tras una derrota, cuando Mosa intervino para levantar el ánimo de los jugadores, lo que llevó al técnico a pedirle que se retirara para que no interfiriera en el proceso de motivación.
Además, se ha destacado que Mosa suele viajar en los primeros asientos del bus que traslada al equipo, una costumbre que no ha gustado a los jugadores.
EL MANEJO DE BRAVO Y TENSIONES CON VIDAL
Uno de los episodios que más molestó al vestuario fue el manejo de la llegada de Claudio Bravo. Según las fuentes internas, Mosa le había comunicado a Arturo Vidal que la contratación del arquero aún no estaba decidida, pero en realidad ya había ofrecido un contrato al portero, lo que provocó una sensación de desorganización y falta de transparencia.
Este cúmulo de situaciones ha llevado a que el plantel de Colo Colo se restara de entrenar desde el 23 de diciembre, con la aprobación del cuerpo técnico, y decida iniciar la pretemporada recién el 2 de enero. El ambiente dentro del club está tenso y cada vez más complicado, y la paciencia de los jugadores está al límite.
FUTURO INCIERTO
La gestión de Aníbal Mosa al frente de Colo Colo está bajo el microscopio. Las tensiones con los jugadores y el cuestionamiento de su protagonismo podrían tener repercusiones a corto plazo, si no se llega a una pronta resolución de los conflictos.
El presidente de Blanco y Negro tendrá que mediar entre las diferencias con el plantel y encontrar la manera de sanar las heridas antes de que la crisis se convierta en una fractura definitiva.