El Estadio Francisco Sánchez Rumoroso volvió a ser una fiesta. En la última fecha del torneo, Coquimbo Unido cerró una campaña inolvidable con un nuevo triunfo que reforzó la imagen de un Coquimbo invencible, capaz de sostener su intensidad incluso cuando el título ya estaba asegurado.
El inicio, sin embargo, no fue sencillo. Unión Española, ya descendida, pero con ánimo de incomodar, golpeó primero a los 19 minutos gracias a Felipe Massri, quien sorprendió con un zurdazo que silenció momentáneamente al recinto. El tanto obligó al cuadro aurinegro a despertar y retomar la intensidad que lo caracterizó durante todo el año.
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La reacción no tardó en llegar. Cristian Zavala empató el duelo a los 33’ con una definición precisa dentro del área, retomando el pulso del encuentro. Y antes del descanso, Diego Sánchez dio vuelta el marcador desde el punto penal. El portero corrió directo a abrazar al técnico Esteban González, quien vive sus últimos días en el club, en una escena que desató la emoción entre los hinchas.
El segundo tiempo mantuvo la energía que marcó el proceso del campeón. Zavala volvió a aparecer a los 58’ con un remate cruzado que aumentó la ventaja, confirmando el dominio absoluto de los locales. Más tarde, Francisco Salinas sentenció el 4-1 a los 77’, coronando una actuación sólida y reafirmando que este equipo no bajó el ritmo incluso con el trofeo asegurado.
Coquimbo Unido cerró así una campaña histórica, acumulando 75 puntos y una racha de 21 fechas sin derrotas. El título no fue casualidad: fue el resultado de una identidad clara, una continuidad táctica y un plantel que respondió en los momentos clave.
Unión Española descontó a través de Ignacio Núñez a los 80’, aunque el tanto solo maquilló un cierre amargo para los hispanos, que finalizaron como colistas y ya piensan en su regreso a la Primera B.






