La gestión de Aníbal Mosa al mando de Blanco y Negro, la concesionaria que administra a Colo Colo, sufrió otro golpe. La Junta Extraordinaria de Accionistas volvió a rechazar los estados financieros presentados por la mesa que lidera el empresario puertomontino, repitiendo el escenario que ya había generado polémica en abril.
La cita, realizada en la Casa Alba, tenía como único objetivo someter nuevamente a votación el balance financiero del ejercicio anterior, tras la negativa registrada en la junta ordinaria de hace dos meses.
A partir de esa primera objeción comenzó a correr un plazo de 60 días para rectificar el informe. De lo contrario, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) podría aplicar sanciones que incluso podrían traducirse en la inhabilitación de directivos.
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VOTACIÓN DIVIDIDA
El nuevo intento de aprobación fracasó. Aunque esta vez el rechazo no alcanzó la mayoría absoluta, sí fue la opción más votada. Un 49,93% se manifestó en contra, frente a un 39,48% a favor. El resto de los sufragios se dividió entre votos blancos (10,49%) y una abstención marginal (0,1%).
Si bien la diferencia es menor a la observada en abril, donde el rechazo llegó al 50,2%, el balance quedó igualmente en tierra de nadie. Mosa y su gerente general, Alejandro Paul, defendieron el documento tal como fue presentado anteriormente, insistiendo en la validez del contrato con DG Medios —por el arriendo del Estadio Monumental para 11 conciertos, la mayoría aún no realizados— como parte del ingreso reportado.
Ambos se respaldaron en el informe de la auditora externa BDO, que no observó irregularidades ni impugnó los datos entregados.
TENSIONES INTERNAS
La votación volvió a revelar las divisiones internas dentro de la mesa. El denominado “bloque Vial”, liderado por Gabriel Ruiz-Tagle, ex presidente de Blanco y Negro, mantuvo su rechazo a los números presentados. Mosa intentó postergar la votación hasta escuchar las razones de su contraparte, evidenciando el nivel de tensión entre los accionistas.
En cuanto al futuro inmediato, no está claro qué ocurrirá. “De acuerdo a la ley, los acuerdos en junta se tienen que tomar con el voto favorable de la mayoría de los asistentes. Ninguna opción sacó mayoría. Tenemos que analizar qué sigue”, se reconoció desde la mesa. Por ello, se solicitó una interpretación oficial a la Comisión para el Mercado Financiero.
«NECESITÁBAMOS RECURSOS FRESCOS»
Durante su intervención, Aníbal Mosa explicó la motivación detrás del contrato con DG Medios: “Cuando hicimos este negocio, la condición fue que pusieran la plata al contado. Habíamos detectado a Javier Correa y necesitábamos ese valor. No había otro fin”, señaló.
El presidente de ByN aseguró que su intención fue no comprometer el presupuesto del club: “Mi compromiso era hacer las incorporaciones con recursos frescos de afuera”.
Pese a su esfuerzo por validar el balance y defender la transparencia de su gestión, el rechazo lo deja en una posición frágil y con la CMF como eventual árbitro en esta disputa societaria.
La sesión se cerró sin abordar otros temas relevantes para los hinchas de Colo Colo. Según Mosa, la especificidad del llamado no permitía tratar asuntos de interés general. Por ahora, la administración sigue sin lograr respaldo mayoritario, en medio de una creciente incertidumbre económica y directiva.