El esperado Claro Arena de Universidad Católica, que promete ser el estadio más moderno del país, sufrió un inesperado revés el pasado viernes.
La Dirección del Trabajo (DT) suspendió temporalmente los trabajos en la cancha del nuevo recinto debido a graves deficiencias de seguridad laboral detectadas durante una inspección.
Esta noticia cayó como un balde de agua fría para los hinchas de la franja, quienes esperan con ansias el regreso a su casa, San Carlos de Apoquindo.
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EL INFORME DE LA DIRECCIÓN DEL TRABAJO
La Dirección Regional del Trabajo (DRT) Metropolitana Oriente llevó a cabo una fiscalización preventiva en el contexto del programa de Altas Temperaturas, que busca proteger a los trabajadores que realizan labores en condiciones extremas de calor.
Durante la inspección, se detectaron varios incumplimientos en las condiciones de trabajo que llevaron a la suspensión de las faenas en el sector de la cancha.
El informe de la DT detalló que, aunque la empresa mandante había dispuesto dispensadores de bloqueador solar y paneles informativos sobre radiación UV, no existían zonas adecuadas de descanso con ventilación o temperatura controlada, como exige la normativa.
Además, se constató que no había dispensadores de agua en un rango de temperatura adecuado, violando los requerimientos establecidos por la ley.
IRREGULARIDADES EN EL USO DE EQUIPO ELECTRÓGENO
Lo más grave, sin embargo, fueron las irregularidades en la seguridad del equipo electrógeno utilizado para las labores en la cancha.
El generador no contaba con la debida aislación ni con sus compuertas cerradas, lo que representaba un alto riesgo de electrocución para los trabajadores. También se encontró material inflamable (como maderas y plásticos) cerca del generador, lo que aumentaba considerablemente el riesgo de incendio.
A esto se sumó la presencia de cableado eléctrico a ras de suelo sin la debida señalización de seguridad, lo que agravó el peligro eléctrico en el sector.
LA RESPUESTA DE LA UC
Ahora, tras la polémica con el Claro Arena, los directivos de Cruzados salieron a calmar a los hinchas. Juan Pablo Pareja, Gerente de la institución, explicó que ya se habían tomado medidas correctivas y que las obras se reanudarían tan pronto como se garantice la seguridad de los trabajadores.
Por su parte, Juan Tagle, presidente de Universidad Católica, añadió detalles sobre los problemas detectados, asegurando que la situación de inseguridad en el uso del equipo electrógeno fue el principal motivo de la suspensión en la cancha.
“Nosotros como mandantes de la obra, y preocupados en primer lugar de la seguridad de los trabajadores, hemos dado las instrucciones de inmediato a la constructora de que se adopten las medidas necesarias”, sentenció Tagle.
