El fútbol formativo chileno se encuentra en un momento decisivo. Este martes, los clubes de fútbol y la ANFP volvieron a reunirse para abordar uno de los mayores desafíos del fútbol chileno: cómo asumir los costos del fútbol formativo, que superan los $5 mil millones anuales.
La crisis económica de la ANFP ha obligado a replantear el modelo actual, y las propuestas presentadas han dividido a los dirigentes.
EL DILEMA DE LOS COSTOS
El presidente de la ANFP, Pablo Milad, fue tajante al comunicar que la asociación no podrá seguir asumiendo todos los costos, lo que ha generado un ambiente de tensión entre los clubes.
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Durante la reunión, Milad destacó que no se alterarán las competiciones ni se redistribuirán las categorías, desmintiendo rumores sobre la posible fusión de divisiones, una propuesta que había levantado temores en varios clubes. La razón, según explicó, son las dificultades financieras por las que atraviesa la ANFP y la necesidad de reducir gastos.
Sin embargo, no todo está decidido. Se plantearon varias opciones, entre ellas la controversial regionalización de los torneos y la posible eliminación de la Copa Futuro, un certamen que muchos consideran clave para el desarrollo de los futbolistas jóvenes.
En este contexto, se conformó una comisión que se encargará de evaluar las propuestas y de buscar soluciones que puedan equilibrar las finanzas y el desarrollo deportivo. A pesar de la insistencia por encontrar acuerdos, las tensiones entre los clubes no se han disipado.
FINANCIAMIENTO
Uno de los puntos clave para reducir los costos fue la propuesta de repartir la carga económica entre la ANFP y los clubes. Según las últimas discusiones, la ANFP financiaría el 50% de los torneos formativos, lo que representaría aproximadamente $1.7 mil millones de pesos.
Esta cifra se sumaría a los costos relacionados con el arbitraje, lo que aliviaría una parte significativa de la carga económica. La otra mitad de los costos recaería sobre los clubes, que deberán aportar mensualmente una cuota derivada de sus ingresos televisivos.
REGIONALIZACIÓN
Otra de las propuestas sobre la mesa es la regionalización de los torneos formativos, un tema que generó controversia. Felipe Muñoz, presidente de Rangers, sugirió que las competiciones se dividan por zonas geográficas, lo que permitiría reducir costos de viajes.
También se planteó eliminar la Copa Futuro, lo que retrasaría el inicio de la temporada y reduciría gastos. Sin embargo, la idea de regionalizar las competiciones ha sido rechazada por varios clubes, que prefieren mantener el formato actual.
El acuerdo parecía cercano, pero la postura radical de Universidad de Chile cambió los planes. El presidente de Azul Azul, Michael Clark, abogó por que cada club asuma los costos de forma independiente, sugiriendo que los equipos «rasquen con las uñas propias». Esta postura generó apoyo en algunos clubes, pero también profundizó las divisiones dentro de la ANFP.
FUTURO DEL FÚTBOL FORMATIVO
Ante la falta de consenso, Milad propuso crear una nueva comisión que trabaje en un plan de reestructuración para el fútbol formativo con miras a 2026.
Las tensiones aumentaron durante la reunión, llegando a un punto muerto, por lo que se acordó realizar reuniones periódicas para seguir buscando soluciones. René Rosas, representante de Universidad de Concepción, resaltó la necesidad de optimizar los recursos sin comprometer el desarrollo deportivo.
Con la ANFP y los clubes divididos sobre cómo asumir los costos, será crucial encontrar un equilibrio que permita sostener la competitividad y el desarrollo del fútbol formativo, sin que los clubes y la asociación se vean ahogados por la crisis financiera.