La escena fue tan cruel como conmovedora. Grigor Dimitrov, el tenista de 34 años, acariciaba una de las mayores gestas de su carrera en Wimbledon 2025, liderando con autoridad frente al número uno del mundo, Jannik Sinner, cuando su cuerpo volvió a traicionarlo.
El búlgaro ganaba 6-3, 7-5 y empataba 2-2 el tercer set cuando, tras un ‘ace’ impecable, se desplomó. Se llevó la mano al pecho, exclamó “¡Mi pecho, mi pecho!” y se sentó en el césped. El partido había terminado para él.
Hasta ese momento, Dimitrov había sido netamente superior. En la Centre Court del All England Club, ofrecía una clase magistral de tenis elegante y agresivo. Su revés cruzado, su servicio afilado y su determinación dejaron sin respuesta a un Sinner irreconocible, que acumulaba errores y no encontraba ritmo. El búlgaro parecía encaminarse a los cuartos de final con un dominio tan inesperado como brillante.
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SUPERIORIDAD ABSOLUTA
Desde el primer game, Dimitrov rompió el servicio del italiano y nunca soltó el control. Ganó el primer set con seis saques directos y un 95% de efectividad con el primer servicio. El segundo fue una confirmación. Se adelantó 2-0, volvió a quebrar y lo cerró por 7-5. Sinner no encontraba respuestas y su lenguaje corporal delataba frustración.
Dimitrov sumaba 31 ‘winners’ y 13 aces al finalizar la segunda manga, mientras que Sinner apenas podía sostener su saque. En las gradas, la tensión era palpable. Incluso Roger Federer, desde el Palco Real, observaba en silencio, testigo del que podía ser uno de los momentos más emotivos del torneo.
LA LESIÓN
Tras un breve parón por el cierre del techo y el encendido de luces, el tercer set se reanudó sin quiebres. Dimitrov seguía sólido y, cuando igualó 2-2 con un servicio impecable, ocurrió lo impensado. Un mal gesto, un dolor punzante, y el fin de un partido que parecía suyo. Sinner, sorprendido, se acercó de inmediato para asistirlo. El público, que hasta entonces vibraba con la posible hazaña, quedó enmudecido.
El equipo médico entró rápidamente a la pista. La imagen que mostraba la transmisión no era alentadora. Dimitrov no podía continuar. Su gesto de frustración lo decía todo. La lesión, en la zona pectoral derecha, lo obligó a retirarse, como ya había ocurrido en sus últimos cinco Grand Slams. El anterior, en Roland Garros 2025, lo dejó fuera por un problema en la cadera. Esta vez, su físico volvió a negarle el premio que su talento merecía.
SINNER SOBREVIVE
Jannik Sinner, que había cedido los dos primeros sets y apenas mostraba señales de recuperación, avanzó así a los cuartos de final, donde se medirá con Ben Shelton. Su expresión al final del partido fue de alivio más que de victoria.
“Fue difícil ver eso. Grigor estaba jugando increíble. Nadie quiere ganar así”, comentó escuetamente el italiano tras el encuentro.
Dimitrov, por su parte, se despidió entre lágrimas, bajo los aplausos de un estadio que reconoció su entrega, su tenis y su infortunio. La Centre Court fue testigo de una batalla espectacular… y de un desenlace amargo.
A sight we never want to see.
Grigor Dimitrov is forced to retire while leading two sets to love. Everyone at #Wimbledon is wishing you a speedy recovery, Grigor 💚💜 pic.twitter.com/qBwiMbq3e2
— Wimbledon (@Wimbledon) July 7, 2025