Cuando más lo necesitaba, el FC Barcelona respondió. Con un partido dominado de principio a fin y un solitario gol de Dani Olmo, el equipo de Hansi Flick venció 1-0 al Mallorca y no solo consolidó su liderato en LaLiga, sino que envió un mensaje claro de fuerza de cara a la final de la Copa del Rey. Todo esto, mientras su mayor rival el Real Madrid, intenta esquivar el papel de “víctima” de cara al choque del sábado.
El duelo en el Estadio Olímpico Lluís Companys fue una exhibición de control total. El Barça terminó el primer tiempo con un 78% de posesión y 24 remates, aunque el gol se hizo esperar. Leo Román, el arquero del Mallorca, fue figura, conteniendo todo lo que pudo, hasta que en el segundo tiempo apareció Dani Olmo, tras una gran asistencia de Lamine Yamal, para poner justicia en el marcador.
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El entrenador alemán cuidó piezas claves pensando en la gran cita copera: Lewandowski y Ter Stegen fueron baja, pero Ansu Fati volvió a la titularidad tras más de seis meses. La rotación no debilitó al Barça, que se muestra con confianza, solidez y variantes ofensivas.
Desde el otro lado, Carlo Ancelotti no compra el discurso de favoritismo. En rueda de prensa, el técnico merengue fue tajante: “Ellos parece que están mejor que nosotros, pero una final es una final. Algo imprevisible. Tratar al Real Madrid de víctima en una final me parece algo exagerado”.
Y es que FC Barcelona vive un presente cargado de buenas sensaciones, pero como bien advierte Ancelotti, en una final todo puede pasar.
Con LaLiga en el bolsillo, al Barcelona solo le queda confirmar su hegemonía el próximo sábado. El Camp Nou está lejos, pero el sueño de un doblete está cada vez más cerca.