El Madrid se convirtió en semifinalista del Mundial de Clubes 2025 tras un triunfo sufrido pero brillante ante el Borussia Dortmund. Con goles de Gonzalo, Fran García y Mbappé, más el recital de Güler y el sello de Xabi Alonso, los blancos avanzan en medio de una revolución silenciosa que lo cambia todo.
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UN MADRID QUE CAMBIA PIEL EN CINCO PARTIDOS
Hay un Madrid antes de Xabi Alonso y otro después. Es el mismo escudo, el mismo estadio, incluso algunos de los mismos nombres… pero el juego, la actitud, la confianza y hasta la química parecen nuevas. En apenas cinco encuentros al mando, el efecto Xabi ha hecho volar a jugadores que muchos daban por perdidos.
Fran García, por ejemplo, dejó de ser un parche para convertirse en un rayo blanco por la izquierda. Imparable ante el Dortmund, firmó su mejor partido como madridista con asistencia, gol y una actuación a lo Roberto Carlos versión 2025. Como él, Arda Güler ya no es promesa, sino brújula: su zurda dictó los ritmos, dibujó pases imposibles y regaló el centro del gol a Gonzalo y otro aún más hermoso a Mbappé.
Porque sí, Kylian también marcó. No fue titular, pero sí decisivo. Entró, recibió ese pase mágico de Güler y la mandó a guardar. Un misil con nombre y apellido que dejó a los alemanes sin reacción.
GONZALO, EL QUE NADIE VIO VENIR
El héroe inesperado del torneo se llama Gonzalo. Nadie apostaba por él. Ni siquiera aparecía en las quinielas de goleadores. Pero el canterano no solo juega: anota como si fuera Benzema en sus mejores días. Ya es el máximo artillero del torneo y sueña, con razón, con la Bota de Oro. Todo gracias a la fe de Xabi, que le dio cinco titularidades consecutivas… y un lugar en la historia blanca si esto sigue así.
XABI, UN ESTRATEGA QUE NO PERDONA NI A KYLIAN
En medio del frenesí táctico, Xabi Alonso mueve piezas como un maestro de ajedrez. Comenzó con defensa de cuatro y cambió a tres centrales con Trent, Rüdiger y Huijsen tras el primer cooling break. La idea no solo se ejecuta: se respira.
Y no importa si eres una superestrella. Cuando Mbappé se desordenó en la presión, el técnico lo corrigió de inmediato: “¡Kylian, por detrás del balón!”, le gritó, sin miedo, sin reverencias. Porque el Madrid que construye Xabi no es un desfile de nombres: es una máquina sincronizada donde todos defienden y todos piensan.
FINAL DE LOCURA, COURTOIS COMO HÉROE
El 3-1 parecía sentenciado, pero en tiempo añadido todo se descompuso: dos goles en contra, una roja a Huijsen y el Dortmund acariciando la prórroga. Pero allí apareció Courtois, con una atajada colosal que evitó lo impensado. Y aunque el caos final dejó una mancha, nadie duda que el equipo ya juega a otra cosa.
LO QUE VIENE: UN CHOQUE GALÁCTICO
Ahora, el Madrid enfrentará al PSG de Luis Enrique en Nueva York, el miércoles a las 21:00 horas. Será el primer gran examen de Xabi ante otro gigante europeo. ¿Titular Mbappé? ¿Reencuentro con Al-Khelaifi? ¿Florentino presente? El duelo lo tiene todo, incluso morbo.
Por el otro lado del cuadro espera el sorpresivo Fluminense, que desafiará al Chelsea. Un recordatorio de que el Mundial de Clubes no es la Champions, y que el fútbol aún guarda espacio para las historias que rompen el guión.
