Sid Veijer, una de las grandes promesas del motociclismo neerlandés, ha fallecido a los siete años tras luchar durante más de dos semanas por su vida.
El joven, quien ya había ganado el campeonato junior A en la categoría minibikes, sufrió un grave accidente el pasado 22 de diciembre mientras entrenaba en un circuito de karting cubierto en Swalmen, en la provincia de Limburgo.
UNA LUCHA HASTA EL FINAL
Veijer, que estaba entrenando con una minimoto, perdió el control de su vehículo y sufrió heridas severas en la cabeza y la cara. Tras el impacto, fue trasladado de urgencia en ambulancia al hospital de Echt, y posteriormente en avión al centro médico de Maastricht.
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A pesar de las múltiples intervenciones quirúrgicas que le realizaron, su estado fue siempre crítico. “Las lesiones fueron muy graves”, explicó la familia tras el accidente.
Aunque hubo señales de esperanza en los primeros días, la salud del pequeño piloto se deterioró rápidamente. “Hubo una pequeña luz de esperanza el lunes pasado, pero al final de la semana esa luz se apagó. Sid luchó con todas sus fuerzas, pero no pudo ganar esta difícil batalla”, compartió la familia en un emotivo comunicado.
UN FUTURO TRUNCADO
Sid Veijer era considerado uno de los grandes talentos del motociclismo neerlandés. A pesar de su corta edad, ya había dejado huella al coronarse campeón en la categoría junior A. Se esperaba que siguiera los pasos de su primo, Collin Veijer, quien el año pasado alcanzó el tercer lugar en la categoría Moto3.
Collin, devastado por la pérdida, le dedicó unas palabras llenas de emoción: “Luchaste tan duro como pudiste, pero no pudiste ganar esta dura batalla.
Me das más motivación para trabajar con la misma intensidad y luchar como lo hiciste. Te amo, Sid”, escribió en su cuenta de redes sociales.
DESPEDIDA INTERNACIONAL
La trágica noticia no solo conmocionó a la familia Veijer, sino a toda la comunidad del motociclismo. La cuenta oficial de MotoGP se sumó a las muestras de apoyo y condolencias.
“Lamentamos mucho tu pérdida, Collin. Te enviamos a ti y a tu familia todo nuestro amor. Sigue fuerte”, expresó la categoría más prestigiosa del motociclismo mundial.
La muerte de Sid deja una profunda tristeza en el motociclismo, pero también una huella imborrable en el corazón de quienes conocieron su valía y su gran potencial.
El deporte neerlandés pierde a una de sus promesas más brillantes, que, con tan solo siete años, dejó claro que tenía un futuro lleno de éxitos por delante.
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