El Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) se encuentra en pie de guerra tras la decisión de la ANFP de convertir a la Segunda División en una categoría exclusiva para jugadores Sub 23 y lanza duro dardo a Harold Mayne-Nicholls.
La medida, impulsada por el Consejo de Presidentes, ha generado un rechazo rotundo entre los futbolistas y dirigentes del gremio, quienes consideran que esta transformación es ilegal y perjudicial para los profesionales con contratos vigentes.
«UNA MEDIDA ILEGAL»
El presidente del Sifup, Gamadiel García, encabezó una reunión con autoridades laborales para exponer la postura del sindicato frente a la decisión.
En una entrevista reciente, García destacó: “Estuvimos con el director del trabajo y con el subsecretario, a quienes les planteamos nuestra preocupación sobre la medida. Como sindicato creemos que es completamente ilegal y lo pusimos en conocimiento de las autoridades”. El dirigente espera que las autoridades tomen cartas en el asunto y se logre un dictamen pronto.
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Para el Sifup, la transformación de la Segunda División en una categoría Sub 23 no solo afecta a los clubes, sino que pone en riesgo los derechos laborales de los jugadores con contratos vigentes.
Esta medida obligaría a varios equipos a despedir a futbolistas que ya tienen acuerdos firmados, lo que podría generar una crisis en el fútbol chileno, especialmente en equipos que luchan por ascender o consolidarse en la categoría.
EL DARDO A MAYNE-NICHOLLS
El secretario del Sifup, Luis Marín, fue tajante al señalar a Harold Mayne-Nicholls como uno de los responsables detrás de esta controversial medida.
El dirigente acusó al actual presidente de Trasandino de Los Andes de impulsar la idea de la categoría Sub 23. “Es quien está detrás de esta idea. Desde que llegó Bielsa, las decisiones han sido muy malas para el fútbol. Desde la ley de protección del empleo en Colo Colo, los cuestionamientos a Santiago 2023, y ahora con la Segunda División, arrastrando a clubes con condiciones mínimas como Concón National y General Velásquez”, declaró Marín en una entrevista con radio ADN.
El exarquero criticó además cómo la ANFP ha manejado la situación, generando un ambiente de incertidumbre en la Segunda División y afectando a los jugadores que no están en edad para la nueva categoría, pero que aún tienen contrato con los clubes.
«SE NIVELA PARA ABAJO»
Marín, al igual que García, expresó su preocupación por los jugadores que actualmente tienen contratos firmados y que serían los más perjudicados por la creación de la categoría Sub 23.
«Hay muchos jugadores con contratos vigentes, y clubes que buscan ascender, como San Antonio, Puerto Montt y Concepción. Si la división pasa a ser Sub 23, los clubes tendrán que despedir jugadores”, indicó Marín, quien subrayó que esta decisión provocaría un «nivelamiento hacia abajo» en la calidad de la competencia.
UN PARO A LA VISTA
A pesar de la firme postura del Sifup, Gamadiel García se mostró cauteloso respecto a una posible paralización del fútbol. Aunque no descartó un paro como medida de protesta, insistió en que el sindicato prefiere agotar las instancias legales y de diálogo antes de tomar decisiones drásticas.
«La posibilidad del paro jamás se descarta. Estamos escuchando a nuestros asociados, y ellos tienen toda la información. Las determinaciones de nuestros asociados son autónomas y se respetan», señaló García, quien dejó claro que el sindicato no dudará en actuar si las autoridades no rectifican la medida.
García también destacó que la categoría Segunda División del 2024, que funcionó sin mayores inconvenientes, fue “un torneo sumamente atractivo”, y subrayó que la nueva medida atenta contra el buen trabajo realizado hasta el momento. Además, no descartó llevar el caso ante la FIFA si las autoridades nacionales no ofrecen una solución pronta.
