El Estadio Roberto Bravo Santibáñez, ubicado en la comuna de Melipilla, ha sido durante años símbolo de abandono y promesas incumplidas. Iniciado con bombos y platillos en 2018, el recinto aún no ha sido entregado a la comunidad, y su construcción se mantiene detenida desde hace dos años.
Sin embargo, en los últimos días la historia podría cambiar, tras un compromiso formal de las autoridades para reactivar el proyecto.
Con cerca de un 70% de avance, la obra fue paralizada por múltiples factores. Pandemia, malas decisiones administrativas y, principalmente, los reiterados incumplimientos de la empresa constructora, lo que llevó a la entonces alcaldesa a poner fin al contrato en 2023.
Desde entonces, el recinto deportivo ha estado inutilizable, obligando al club Deportes Melipilla a disputar sus partidos en el modesto Estadio Soinca Bata, con apenas 1.100 localidades, lejos de las 5.000 que debía ofrecer el nuevo recinto.
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PROMESA DE RECUPERACIÓN
En medio de la indignación por las imágenes que mostraban el deplorable estado del estadio, el Gobierno Regional Metropolitano anunció una luz de esperanza. El gobernador Claudio Orrego y la actual alcaldesa Paula Gárate Rojas visitaron el lugar y comprometieron esfuerzos para sacar adelante el proyecto.
“Tal como lo hemos dicho desde que asumimos el gobierno de Santiago, mientras yo sea gobernador, ninguna obra va a quedar botada”, afirmó Orrego a AS Chile.
Desde la cuenta oficial del GORE en Instagram también reforzarzó: “¡No dejamos obras botadas! Estuvimos en terreno en Melipilla, trabajando por la recuperación del Estadio Roberto Bravo Santibáñez”.
El siguiente paso, según explicó Orrego, es que el municipio envíe un informe al Ministerio de Desarrollo Social, lo que permitirá obtener la recomendación técnica favorable (RS), indispensable para la aprobación de los nuevos fondos.
“De las 14 obras que estaban paralizadas cuando asumimos, ya hemos terminado 10. Estamos en plena ejecución de otras dos, y solo nos faltan el Polideportivo San José y el Estadio de Melipilla”, detalló el gobernador.
Pese a que el presupuesto inicial fue de $5.000 millones, la reformulación del proyecto exigirá una reasignación de recursos, en parte para corregir los deterioros sufridos durante años de abandono.
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