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Guardiola al borde del abismo: El Manchester City necesita un milagro

Por Allan Santander

Periodista

Guardiola City
Pep Guardiola (Foto: Marca)
El Manchester City de Guardiola atraviesa una crisis de resultados, con una clasificación peligrosa en la Champions y serias dudas defensivas.

El Manchester City está al borde del abismo en la Champions League. La derrota en Turín ante la Juventus (2-0) ha dejado al equipo de Pep Guardiola con el agua al cuello. El City, lejos de la hegemonía esperada, se encuentra en una posición complicada y deberá enfrentarse a un PSG de Luis Enrique en su próximo duelo, un partido clave que podría marcar el adiós prematuro a la fase de grupos para uno de los gigantes del fútbol europeo.

UN FUTURO INCIERTO

“Nos quedan dos partidos. Necesitamos un punto o, quizás, una victoria”, reconoció Guardiola tras la amarga derrota en Italia. La clasificación del Manchester City es alarmante: con solo 8 puntos, se encuentra en el puesto 22, a la par del PSV y el Dinamo de Zagreb, equipos que luchan por evitar los playoffs y asegurar su lugar en los octavos de final.

Guardiola tiene claro el origen de los problemas que han complicado el camino a la siguiente fase. “Todo comenzó con el empate contra el Feyenoord. Estábamos 3-0 y terminamos empatando. Ese fue el inicio de nuestros problemas”, explicó el técnico.

Aunque reconoció que, a pesar de todo, su equipo jugó un buen partido ante la Juventus. “Hemos jugado bien. Muy, muy bien”, dijo convencido, aunque esa actuación no fue suficiente para evitar una nueva derrota.

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LA MONTAÑA RUSA DEL CITY

La reciente victoria sobre el Nottingham Forest, que rompió una racha de siete partidos sin ganar, parecía marcar un punto de inflexión para el Manchester City. Sin embargo, pronto quedó claro que fue solo un espejismo.

En la Premier League, el equipo no pudo superar al Crystal Palace y, ayer, volvió a sucumbir ante la Juventus en Europa, dejando claro que los problemas no son solo en ataque, sino en todos los aspectos del juego.

Uno de los principales problemas del Manchester City es su falta de efectividad en ataque. Si Erling Haaland no marca, el equipo sufre. El noruego ha sido responsable de 18 de los 44 goles del City esta temporada, una dependencia abismal que se nota cuando el goleador no está al máximo nivel.

La falta de un segundo referente ofensivo es evidente: jugadores como Stones o Gvardiol tienen la misma cantidad de goles (tres) que Foden o Doku. “Dime un equipo con Haaland que no dependa de que marque”, comentó Guardiola, reconociendo la difícil situación en la que se encuentran.

EL DESASTRE DEFENSIVO

Pero el mayor dolor de cabeza para Guardiola es la defensa. La baja de Rodri Hernández ha desestabilizado por completo el equilibrio del equipo. Desde su lesión, el City ha concedido más remates y ha sufrido un aumento significativo en las oportunidades claras en contra. Los ‘xG’ (goles esperados) han subido de 0.88 a 1.03, lo que refleja un claro empeoramiento en la solidez defensiva.

Para empeorar la situación, la incertidumbre bajo los tres palos también ha jugado un papel importante. Guardiola ha alternado entre Ederson y Ortega, lo que ha generado más dudas en una defensa que ya era vulnerable. Los números son alarmantes: en los últimos nueve partidos, el Manchester City ha recibido un total de 21 goles, más que cualquier otro equipo en Europa.

UN FUTURO LLENO DE DESAFÍOS

Con estos antecedentes, el Manchester City se enfrenta a una prueba de fuego en la Champions ante un PSG que, tras golear al Salzburgo, parece haber recuperado su poder ofensivo. El partido contra los parisinos será vital para las aspiraciones europeas del City. Pero eso no es todo. Tras este choque, el City deberá regresar a la Premier League y enfrentarse al Manchester United en el ‘Derby of Manchester’. Un duelo que podría ser la última oportunidad para recuperar la moral y encaminar la temporada.

En resumen, Guardiola y el Manchester City atraviesan un momento crítico, con múltiples frentes abiertos: una clasificación peligrosa en la Champions, una defensa que se desmorona y una dependencia peligrosa de Haaland. El tiempo apremia, y el técnico catalán necesita soluciones rápidas antes de que el calvario se convierta en una crisis irreversible.

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