La reciente adquisición de Huachipato por Hernán Rosemblum generó rumores e incógnitas sobre los verdaderos protagonistas detrás de la operación. Un actor clave en la sombra sería Patricio Kiblisky, quien, a través de un fondo de inversión, financió la compra del club acerero con un préstamo de US$3,6 millones.
En su momento, Rosemblum desmintió cualquier vínculo con Kiblisky en declaraciones públicas. En entrevista con La Tercera, afirmó: “A mí me hubiera encantado que Patrick me hubiera acompañado, pero es incompatible con sus actividades”.
Sin embargo, documentos obtenidos por CIPER muestran lo contrario. El 25 de noviembre de 2024, el contrato firmado entre Inverdep SpA (sociedad de Rosemblum) y el fondo administrado por Kiblisky, Sportscap Credit Fund LLC, dejó claro que la compra de las acciones de Huachipato fue financiada con este préstamo millonario.
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UN ENTRAMADO DE EMPRESAS Y CRÉDITOS
La operación no solo involucró a Kiblisky, sino también a un complejo entramado de empresas. El fondo Sportscap Credit Fund LLC, constituido en Delaware (Estados Unidos), fue creado con el objetivo de financiar proyectos futbolísticos. En este contexto, el dinero prestado a Rosemblum fue destinado específicamente a adquirir el control de Huachipato.
Lo que no estaba claro en las versiones oficiales era la implicación directa de Kiblisky, quien lidera la firma junto a Jacques Gliksberg, un inversionista vinculado a Nexus Partners y socio de Victoriano Cerda (ex dueño de Huachipato).
En la constitución de sociedades y contratos relacionados con el traspaso de Huachipato, se observa la constante participación de sociedades en paraísos fiscales. Lo que dificulta la trazabilidad de los beneficiarios finales.
VÍNCULOS CON FIGURAS DEL FÚTBOL CHILENO
A pesar de las explicaciones de Rosemblum, que se desmarcó de cualquier vínculo directo con Kiblisky, los documentos dejan en evidencia que la operación fue mucho más que una simple transacción financiera.
Tanto Kiblisky como Rosemblum tienen conexiones previas en el mundo del fútbol. Especialmente a través de su paso por Ñublense, un club que también estuvo bajo el control de Kiblisky y donde Rosemblum ejerció como gerente general.
De hecho, el propio Kiblisky declaró que su fondo había extendido créditos a otros clubes de fútbol en Chile y fuera del país. Esto confirmó que la operación con Huachipato no fue la única. «Los créditos que hemos extendido son relacionados al fútbol, pero son de toda índole», explicó el empresario.
¿QUIÉN CONTROLA HUACHIPATO?
Los documentos revisados por CIPER revelan que el fondo administrado por Kiblisky no solo otorgó el préstamo. También logró asegurarse el control de ciertos ingresos del club.
Un contrato de prenda firmado entre Huachipato y Sportscap Credit Fund LLC estipula que el dinero proveniente de los derechos de transmisión de los partidos del club estaría destinado a pagar la deuda.
La transacción no solo dejó al descubierto un préstamo de alto riesgo, sino también la influencia de un entramado financiero que va más allá de lo visible en los medios deportivos. Mientras tanto, el fútbol chileno sigue sumido en dudas sobre la opacidad de las operaciones detrás de los clubes más relevantes del país.