Universidad de Chile recibió una dura sanción por parte de la Conmebol: una multa de US$100.000 (cerca de $93,5 millones de pesos chilenos) a raíz de gestos racistas realizados por un hincha en el partido contra Botafogo por la Copa Libertadores.
La infracción fue registrada en las afueras del estadio Nilton Santos de Río de Janeiro y generó un expediente disciplinario que terminó en un castigo económico severo.
La resolución del organismo sudamericano señala que el monto será descontado automáticamente de los ingresos que la U obtenga por participación en torneos continentales, ya sea vía derechos de televisión o patrocinio.
Pero eso no es todo. El club también deberá cumplir con medidas de reparación simbólica, entre ellas portar una pancarta con el mensaje “Basta de Racismo” en su próximo duelo internacional, ante Guaraní de Paraguay. También, proyectar la misma consigna en las pantallas del Estadio Nacional.
Además, deberá realizar una campaña antidiscriminación en redes sociales durante al menos tres días previos al encuentro.
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LA ESTRATEGIA
Según informa La Tercera, desde Azul Azul no esconden su malestar por la resolución, aunque son conscientes de la dificultad de presentar una apelación. La evidencia es contundente. Sin embargo, los abogados de la concesionaria ya trabajan en una estrategia para intentar reducir la multa, argumentando varios factores que podrían servir de atenuantes.
Uno de los principales puntos de defensa es la ubicación del incidente. El gesto racista no se produjo dentro del recinto deportivo, sino en las inmediaciones del estadio. “El hecho ocurrió fuera del estadio, en uno de los anillos de seguridad que no estaban bajo control de la U. Era una operación organizada por Botafogo”, explican desde la dirigencia.
A esto se suma la situación del implicado, que hoy está preso en Río de Janeiro. Según fuentes del club, no está claro si se trata de un hincha chileno que viajó al partido o si reside en Brasil. Pero su detención es vista como un factor que podría reforzar el argumento de que el club no tuvo posibilidad de control sobre sus actos.
“¿Cómo podemos hacernos cargo de un tipo que está fuera del estadio y en una operación de partido que no es nuestra?”, plantean desde el directorio, añadiendo que hubo irregularidades en la venta de entradas que generaron tensión entre los asistentes, con tickets previamente confirmados que luego fueron cancelados sin explicación.
PRECEDENTES
El castigo a la U no es un hecho aislado. En los últimos años, varios clubes chilenos han sido sancionados por la Conmebol por comportamientos indebidos de sus hinchadas. Colo Colo, por ejemplo, debió pagar US$80.000 por los graves incidentes ante Fortaleza, además de cumplir cinco partidos sin público.
Antes, en 2022, la UC fue multada con US$30.000 por lanzar fuegos artificiales en San Carlos de Apoquindo durante un partido frente a Flamengo.
Cabe mencionar que Conmebol en su resolución advirtió que una eventual reincidencia por parte de Universidad de Chile podría derivar en sanciones aún más severas, incluyendo castigos deportivos, según lo establece el artículo 27 del reglamento disciplinario.