Robson de Souza, mejor conocido como Robinho, el exdelantero que brilló en equipos como el Real Madrid, Manchester City y Milan, vivió unas fiestas de fin de año muy distintas a las que alguna vez imaginó.
El otrora ídolo del fútbol brasileño pasó la Navidad de 2024 recluido en la Penitenciaría II de Tremembé, en el estado de São Paulo, donde cumple una condena de 9 años por su participación en una violación grupal ocurrida en 2013 en Milán.
Las autoridades penitenciarias rechazaron su solicitud para pasar las festividades con su familia, lo que dejó al exfutbolista sin la oportunidad de estar junto a su esposa, Vivian, y sus tres hijos.
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UN DESCENSO ABRUPTO
Desde marzo de 2024, Robinho se encuentra tras las rejas, cumpliendo una sentencia confirmada en 2022 por el tribunal italiano, que lo halló culpable de violación en grupo junto a otros amigos.
El suceso ocurrió en un club nocturno en Milán, cuando la víctima, una mujer albanesa de 22 años, fue drogada y abusada mientras se encontraba inconsciente.
Aunque el exjugador apeló la condena en varias ocasiones, en 2022 se agotaron los recursos legales, y la sentencia fue definitiva.
EL REGRESO A BRASIL Y CONDENA
Una vez que la justicia italiana dictó la sentencia firme, Robinho regresó a Brasil, donde la extradición de ciudadanos brasileños está prohibida por la Constitución del país.
Un tribunal brasileño determinó que la ejecución de su condena se llevaría a cabo en la cárcel de Tremembé, donde ingresó el 21 de marzo de 2024.
Es interesante destacar que Tremembé alberga a otras figuras mediáticas y personas condenadas por delitos graves, lo que ha añadido un aura de notoriedad al caso.
DE ÍDOLO A CONDENADO
La carrera de Robinho, pese a las luces, terminó de una manera trágica y sombría. Tras un paso por los grandes clubes de Europa, su declive comenzó con la condena en Italia.
Un audio obtenido por las autoridades italianas en 2023, en el que Robinho se escuchaba incitando a la violencia, fue clave para que un tribunal brasileño dictara finalmente la pena de 9 años de prisión.
Así, lo que parecía ser una carrera exitosa se transformó en una caída libre hacia el escándalo y la condena.
Hoy, Robinho paga por sus actos, viviendo una Navidad distinta, lejos del fútbol y de la gloria que alguna vez disfrutó. La figura que deslumbró a millones en su momento hoy se enfrenta a la dureza de la justicia y la condena de un crimen que cambiará su vida para siempre.
