En una noche de vértigo en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid selló su pase a la final de la Copa del Rey tras un dramático 4-4 contra la Real Sociedad, con un gol de Antonio Rüdiger que definió un duelo épico cinco minutos antes de que finalizara el encuentro.
El Santiago Bernabéu se vistió de gala para una noche de las que alimentan la leyenda del fútbol. La Real Sociedad llegó sin temor y pegó primero a los 16 minutos, poniendo contra las cuerdas al equipo de Carlo Ancelotti. Lejos de refugiarse en su ventaja, los vascos jugaron sin miedo y, a los 82′, parecían haber firmado su pasaje a la final con un contundente 1-3. Pero entonces ocurrió lo inevitable: el «hechizo Bernabéu» despertó.
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Bellingham y Tchouaméni, en una ráfaga de cuatro minutos, igualaron el partido 3-3, dejando al Madrid con un pie en la final por la ventaja obtenida en la ida. Sin embargo, la Real Sociedad aún tenía una historia por contar: en el tercer minuto de descuento, Mikel Oyarzabal congeló a los madridistas con un gol que forzó la prórroga. Un golpe que en cualquier otro estadio habría sido letal, pero no en Chamartín.
El tiempo suplementario fue una batalla sin tregua. La Real, más castigada físicamente, resistió con valentía mientras el Madrid empujaba en busca de la estocada final. Y cuando los penales ya parecían inevitables, el destino ya tenía su libreto escrito. En el minuto 115, un córner desde la izquierda encontró la cabeza de Antonio Rüdiger, quien con un frentazo imparable firmó el 4-4 y la clasificación blanca.
El Real Madrid disputará su final número 41 de la Copa del Rey el 26 de abril en Sevilla, donde romperá el 20V-20P y buscará su título número 21. Su rival saldrá del duelo entre el Atlético de Madrid y el Barcelona que empataron a 4 en la ida. Tras esta noche de épica en el Bernabéu, una cosa es segura: el fútbol siempre le debe una oda a noches como esta.
