El Club Deportivo O’Higgins presentó una querella en el Juzgado de Garantía de Rancagua por graves incidentes y amenazas realizadas por un grupo de hinchas contra dirigentes en un partido ante Cobreloa, el pasado 10 de noviembre.
Según informó Carlos Zamora Velázquez, abogado de la Sociedad Anónima Deportiva Profesional (SADP) esta acción busca perseguir a quienes resulten responsables de los delitos de amenazas, desorden público, daños y atentado contra la autoridad.
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Los tres grupos
Todo esto, ocurre en el marco de la última fecha del Campeonato Nacional que se jugó en el Estadio El Teniente. De acuerdo con el escrito, hinchas irrumpieron en el sector Marquesina y Palco del recinto deportivo y esto produjo que el encuentro fuera suspendido por unos minutos.
“Al término del primer tiempo, un grupo de indeterminado de personas que vestían y usaban distintivos y colores de nuestro club. Vulnera la reja de seguridad del sector galería, rompe reja perimetral y destruye candado de portón de acceso, replegándose hacia diversos sectores. Un grupo se dirigió al sector de marquesina sin ningún tipo de autorización, invadiendo la zona, propinando gritos e insultos contra los dirigentes del club, funcionarios del plantel y contra guardias de seguridad», detalla.
Asimismo, menciona que un segundo grupo intentaron ingresar a la zona mixta, donde forzaron y rompieron rejas y candados de puertas, mientras que los jugadores, cuerpo técnico y árbitros se encontraban en los camarines. Pero, su avance fue impedido por los guardias de seguridad, personal del club y carabineros.
Finalmente, el escrito detalla a un tercer grupo y logró subir por el ascensor al cuarto piso, donde se encontraban dirigentes de O’Higgins y Cobreloa, socios y autoridades del gobierno central y comunal. Algunos individuos de esta agrupación de hinchas intentaron golpear a varios de ellos.
«Insultos y garabatos»
«En todo momento, además de los insultos y garabatos propios de este tipo de agresiones, se utilizaron amenazas verbales tales como: ‘Sabemos donde encontrarlos, así que cuiden de sus familias y vidas'», detalló el texto del recurso judicial.
Otras expresiones señaladas en el escrito fueron: «Son muy fáciles de ser encontrados, son tontos, ingenuos, pidan por sus vidas y sus cosas, hasta tus perros van a sufrir»; «Si no ganan, no sale nadie caminando de aquí» y «ya van a ver el lunes, martes, y en la semana, se van a acordar de nuestras palabras, y pucha que se van a lamentar».
«Estos gritos, no solo iban acompañados de exabruptos verbales, sino también de amenazas de golpes de puños, patadas y de objetos contundentes a toda persona y autoridad que se cruzara en su camino. Situación especialmente peligrosa sufrió Pablo Hoffman, quien fue rodeado por a lo menos seis personas en ese instante, sin dejarlo avanzar o salir, ya que se encontraba solo», añadieron desde el club celeste
La respuesta de la «Trinchera Celeste»
La dirigente del elenco rancagüino señaló a la barra «Trinchera Celeste» como el gran culpable. Días después, confirmaron la situación y se adjudicaron los incidentes. Y no suficientes con eso, los hinchas de O’Higgins utilizaron sus redes sociales para amenazar con hacer incidentes similares a los ocurridos ante Cobreloa.
«La inflexión entre la dirigencia e hinchada es evidente, y de no avisorar cambios llegaremos hasta lo más alto del estadio las veces que sea necesario», apuntaron.
Respecto a la querella, La Celeste solicitó al Juzgado que se cite a declarar a Pablo Calandria y Javier Furwasser, exgerentes deportivo y técnico respectivamente, cuya salida era exigida por los hinchas. También a los dirigentes Pablo Hoffman y Ricardo Boudon «para efectos de esclarecer totalmente los hechos constitutivos de los ilícitos perseguidos».
