El Barcelona sufrió en la primera mitad en el Ciutat de Valencia, pero la magia de Pedri fue suficiente para cambiar la historia. El canario anotó el primer gol tras el descanso y lideró la remontada hasta el 3-2 definitivo, siendo elegido nuevamente MVP del partido.
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El inicio del encuentro fue complicado para los azulgranas. Levante se adelantó 2-0 antes del descanso, dejando a Barcelona en una situación delicada. Sin embargo, apenas comenzó la segunda mitad, Pedri apareció para reducir la distancia con un gol de gran calidad que devolvió la confianza al equipo. Tres minutos después, Ferran Torres emparejó el marcador tras una jugada que también tuvo el sello del canario.
Más allá de los goles, Pedri se convirtió en el motor del equipo. Controló el ritmo del juego, distribuyó balones con precisión y participó en todas las fases ofensivas. Durante el partido completó 118 pases buenos y generó varias ocasiones de gol, incluyendo una asistencia para Ferran que terminó en el palo. Su influencia se extendió hasta los minutos finales, cuando gestionó la ventaja con inteligencia y calmó el ritmo para asegurar la victoria.
Este reconocimiento como MVP no sorprende. La temporada pasada, Pedri ya había sido determinante en múltiples encuentros, siendo elegido mejor jugador en partidos claves frente a Atlético de Madrid, Getafe, Sevilla, Rayo, Benfica, Osasuna y Mallorca. Su regularidad y visión de juego lo consolidan como uno de los pilares del Barcelona.
La actuación en Valencia refuerza la idea de que Pedri no solo es creativo, sino también decisivo en momentos críticos. Su capacidad para cambiar un partido, tanto con goles como con su dominio en el mediocampo, lo convierte en un jugador insustituible para el esquema de Flick.
