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Primera demanda contra la FIFA por el caso Diarra

Editado de agencias y medios internacionales por Cristian Navarro H.

Periodista

FIFA
Foto: Publicado en X por
El caso nace en 2014, cuando Diarra se negó a entrenar con el Lokomotiv de Moscú tras una rebaja salarial.

La fundación neerlandesa Justicia para los Jugadores presentó el 4 de agosto una demanda colectiva contra la FIFA y cinco federaciones nacionales (Alemania, Países Bajos, Francia, Dinamarca y Bélgica), marcando el primer uso judicial del histórico fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en octubre de 2024, que declaró ilegales algunas disposiciones del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ) por vulnerar la libre competencia y el derecho a la movilidad laboral en el bloque.

La acción representa a un grupo inicial de futbolistas, pero abre la puerta para que hasta 100.000 jugadores de la UE y Reino Unido, activos desde 2002, reclamen indemnizaciones por pérdidas estimadas en un 8 % de sus ingresos potenciales. Según su presidenta, Lucia Melcherts, el sistema “favorece indebidamente a la FIFA” y restringe el derecho a cambiar de club de forma voluntaria.

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EL ORIGEN: LA BATALLA DE LASSANA DIARRA

El caso nace en 2014, cuando Diarra se negó a entrenar con el Lokomotiv de Moscú tras una rebaja salarial. La FIFA y el Tribunal de Arbitraje Deportivo obligaron al jugador y a su posible nuevo club, el Charleroi belga, a pagar 10,5 millones de dólares como indemnización, lo que frustró su fichaje y lo dejó 15 meses inactivo.

El TJUE, tras una década de litigio, concluyó que el RETJ imponía compensaciones y sanciones desproporcionadas que limitaban la contratación. En respuesta, la FIFA introdujo ajustes provisionales, como un nuevo cálculo de indemnizaciones y la prohibición de fichar por dos ventanas si se induce a romper un contrato.

POSIBLE IMPACTO: UNA “NUEVA LEY BOSMAN”

La demanda cuenta con el abogado Jean-Louis Dupont, artífice de la Ley Bosman de 1995, que transformó el mercado al permitir la libre circulación de jugadores y eliminar los cupos de extranjeros comunitarios. Un fallo favorable podría permitir que los futbolistas rescindan unilateralmente sus contratos sin compensar al club, afectando la estabilidad contractual, el valor contable de los jugadores y el fair play financiero.

Los contratos de larga duración, como el de Haaland (Manchester City, hasta 2034) o Nico Williams (Athletic, hasta 2035), perderían sentido. Para los jugadores, el nuevo escenario implicaría más libertad, pero también la necesidad de cuidar su reputación y estabilidad para no reducir su atractivo en el mercado.

UNA DISPUTA DE ALTO RIESGO

El proceso podría extenderse entre tres y cuatro años, aunque analistas prevén que la FIFA y las federaciones intenten un acuerdo para evitar un fallo que desestabilice por completo la estructura del fútbol profesional. El sindicato FIFPro celebra la acción, que considera un paso decisivo para proteger a “generaciones pasadas, presentes y futuras” frente a decisiones unilaterales que afectan derechos laborales.

 

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