La Cámara Municipal de Río de Janeiro aprobó este jueves, en primera votación, un proyecto de ley que declara “persona non grata” al presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, por comentarios considerados racistas y xenófobos hacia el pueblo brasileño. La medida deberá ser votada nuevamente la próxima semana para entrar en vigor.
La iniciativa fue presentada por el concejal Leonel de Esquerda, quien acusó al dirigente paraguayo de haber expresado prejuicios raciales de forma pública y reiterada. “En el colmo de su arrogancia, racismo y xenofobia, Domínguez comparó nuestro mestizaje con un mono”, denunció el edil durante la sesión, que duró menos de dos minutos.
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EL ORIGEN DEL ESCÁNDALO
La controversia estalló en marzo, cuando Domínguez respondió con sarcasmo a la presidenta del Palmeiras, Leila Pereira, quien había sugerido públicamente que los clubes brasileños podrían considerar abandonar la Conmebol y unirse a la Concacaf, ante la falta de respeto institucional y repetidos casos de racismo.
“Brasil representa el 60% de los ingresos de la Conmebol y aún así nuestros clubes son maltratados”, afirmó Pereira en su momento. “Si no nos respetan aquí, ¿por qué no buscar opciones en la Concacaf?”.
La respuesta de Domínguez fue tajante y provocadora: “Eso sería como Tarzán sin Chita”, dijo entre risas, haciendo alusión al personaje del mono en la clásica historia del rey de la selva. La frase fue percibida por muchos como una burla racista.
REACCIONES Y ANTECEDENTES
El comentario generó indignación inmediata entre dirigentes, aficionados y figuras públicas. Pues recuerda el largo historial de inacción de la Conmebol ante episodios de racismo en sus competiciones. En particular, se criticó que el organismo sudamericano no haya implementado sanciones ejemplares tras incidentes en torneos juveniles y de clubes.
Alejandro Domínguez, por su parte, no ha pedido disculpas por sus dichos ni ha emitido declaraciones posteriores sobre la polémica. La Conmebol tampoco ha publicado un comunicado institucional.
La declaración de “persona non grata” no tiene efectos legales concretos, pero representa una condena simbólica institucional. Para ser oficial, el proyecto deberá pasar una segunda votación en el Concejo y posteriormente ser firmado por el alcalde de Río, Eduardo Paes.