Con emoción y orgullo, Juan Tagle presentó el Claro Arena, asegurando que la UC inicia una nueva era con un estadio que se compara con los mejores de Europa.
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Universidad Católica vive una jornada histórica. Tras ocho años de espera, el club cruzado inauguró el Claro Arena en Las Condes, devolviendo la localía a su hinchada y marcando el inicio de un nuevo ciclo. El presidente de Cruzados, Juan Tagle, no ocultó su alegría y calificó la jornada como “un sueño cumplido”.
“Es una emoción gigante llegar a esto después de ocho años, hemos dejado la vida por este proyecto. Es un paso que Católica tenía que dar”, declaró Tagle antes del duelo ante Unión Española, el primero en el remodelado recinto.
El dirigente pidió paciencia por el funcionamiento del estadio y llamó a los hinchas a vivir la experiencia con tranquilidad. “La idea es que la gente salga con calma, que pueda quedarse a comer, disfrutar. Son temas que iremos mejorando”, comentó.
Pero su frase más potente llegó al hablar de la magnitud de la obra: “Siento que trajimos un estadio de primer mundo a Chile. Uno tiene la misma sensación que si estuviéramos en un estadio en Europa. Ojalá esto sea un impulso para que todo el fútbol chileno siga en esa senda”, enfatizó.
Más allá del logro arquitectónico, Tagle ya proyecta nuevas metas deportivas. “Queremos que esta casa sea un lugar de muchos triunfos. El objetivo es pelear los títulos nacionales y siempre soñar con uno internacional. Las distancias son grandes, pero ese sueño siempre va a estar”, reconoció.
Finalmente, el presidente destacó que este avance no es mérito individual: “Suelen personalizarse mucho los logros, pero esto es muy colectivo. Espero que sea el legado de los primeros 15 años de Cruzados”, concluyó.
