El Atlético de Madrid cerró el mes de marzo con un saldo desolador que casi pone fin a sus aspiraciones por el campeonato en La Liga. De los doce puntos posibles, tan solo ha sumado cuatro, dejando claro que está con un pie fuera de la pelea por el título. Una derrota tras otra en este mes, marcado por malas decisiones y rendimientos irregulares, tiene a los colchoneros al borde de la crisis.
ADIÓS A LA CHAMPIONS
La eliminación de la Champions agravó aún más la situación del equipo. Tras un prometedor comienzo en la temporada, el Atleti cayó 1-2 ante el Real Madrid en el Bernabéu y luego perdió en el Wanda Metropolitano por una definición a penales. Lo que dejó al equipo sin opciones de seguir en la competición europea.
El empate a uno contra el Espanyol, sumado a la pérdida de oportunidades, aumentó la frustración de los jugadores y la afición, lo que ha generado inquietud dentro del club.
Los fantasmas de temporadas pasadas parecen haber vuelto a rondar el Metropolitano y las preguntas sobre la falta de refuerzos en el mercado de enero se hacen cada vez más frecuentes. ¿Por qué no se reforzó el equipo cuando terminó la primera vuelta como líder provisional?
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UNA SUCESIÓN DE TROPIEZOS
El mes comenzó con una victoria ante el Athletic, pero rápidamente todo se fue desmoronando.
Un inesperado revés ante el Getafe, el impactante doble penal de Julián en el derbi, los 20 minutos fatídicos contra el Barcelona y, finalmente, el empate ante el Espanyol.
Un cúmulo de malas noticias en cadena que dejó al equipo tendido sobre la lona, a las puertas de un KO técnico.
LA ÚLTIMA ESPERANZA
Con las opciones de conquistar La Liga casi desvanecidas, el Atlético de Madrid se aferra a su última esperanza: la Copa del Rey.
Con el empate a cuatro logrado en la ida ante el Barcelona en las semifinales, el equipo de Simeone tiene una última oportunidad de redención. Si no logra superar a los catalanes en el partido de vuelta el miércoles, el Atlético se despedirá de cualquier posibilidad de títulos esta temporada.
El Mundial de Clubes, programado para junio, es una opción remota, y la Copa se convierte en la única válvula de escape para evitar un fin de temporada desastroso.
