La Universidad Católica llega a esta jornada con el pulso alto y la calculadora guardada. A diferencia de otros equipos que dependen de terceros, los cruzados tienen algo que durante meses se les negó: control del destino propio. Un empate ante Unión La Calera basta para sellar el Chile 2, pero en San Carlos lo saben: estos partidos no se empatan, se juegan como finales. Y para eso está «El Toro» Zampedri.
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Daniel Garnero ha moldeado en semanas un equipo más sólido, más directo y mucho más convencido. Y en su noche más determinante tendrá a su mejor carta disponible. Fernando Zampedri, absuelto de su sanción, regresa para comandar el ataque cuando más falta hacía. Es el jugador que respira goles, que arrastra defensas y que entiende estas citas como pocos. Su presencia cambia la energía, la táctica y el ánimo del camarín.
Para este encuentro, la UC saltará a la cancha con Vicente Bernedo en el arco; una línea defensiva sólida con Tomás Asta-Buruaga, Daniel González, Branco Ampuero y Eugenio Mena; un mediocampo combativo y equilibrado entre Gary Medel, Jhojan Valencia y Agustín Farías; y arriba, la velocidad de Eduard Bello, la potencia de Zampedri y el desequilibrio de Clemente Montes.
Al frente estará una Unión La Calera que no regala puntos y que suele complicar a los cruzados. Pero la presión hoy no es para los cementeros. Es para una Católica que se juega nada menos que el pase directo a la Copa Libertadores. Una final antes de las finales.
Cuando el reloj marque las 18:00 horas en el Claro Arena, comenzará el duelo que puede sellar el año, legitimar el trabajo de Garnero y dejar a los cruzados nuevamente en la elite continental.
El momento es ahora. El objetivo es claro. Este es el partido de la UC por el Chile 2.
