El Papa Francisco denuncia la precariedad laboral y la deshumanización del trabajo. En un mensaje dirigido a la Asociación Cristiana de Trabajadores Italianos (ACLI), el Papa Francisco expresó su preocupación por la situación laboral actual.
Francisco señaló que el trabajo ilegal y la tendencia hacia un trabajo deshumanizado, donde las tecnologías modernas reemplazan a los trabajadores, son dos de las principales preocupaciones. El Papa también expresó su consternación por la inseguridad laboral creciente, que deriva de una búsqueda frenética por incrementar la producción a cualquier costo.
El Pontífice lamentó la falta de oportunidades de empleo, que compromete los planes y las opciones de vida de las personas. Francisco también criticó la precariedad que rodea a prácticas laborales ocasionales y temporales.
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Instó a contrarrestar la sensación de vacío que invade el corazón de muchos jóvenes, quienes heredan un mensaje perjudicial de los adultos: la idea de que la vida carece de estabilidad.
Criticó además los contratos laborales de duración determinada, los empleos tan efímeros que impiden la planificación a largo plazo, los ingresos bajos y la escasa protección laboral. El Pontífice describió estas condiciones como las paredes de un laberinto del cual parece imposible encontrar una salida.
Por otra parte, hizo hincapié en la intensa presión presente en el ámbito laboral actual, donde el tiempo nunca parece ser suficiente y los imperativos de productividad se vuelven cada vez más demandantes y abrumadora.
