Política

El que tiene, mantiene… si nos mantiene en competencia

Víctor Maldonado R. Sociólogo

Licenciado en Sociología y Magíster en Ciencias Políticas, ambas de la Universidad de Chile.

La salida del túnel está a la vista cuando se pasa del criterio de “el que tiene, mantiene” a otro más específico como es “el que tiene, mantiene si eso permite al pacto mantener la comuna”.

En la centroizquierda la negociación municipal está llegando a su etapa de término. A fin de mes hay que inscribir el pacto electoral y, como siempre, el tiempo consigue lo que la buena voluntad no obtuvo.

Todo parece avanzar con lentitud, no obstante, se han terminado los preliminares. La parte más trabajosa de la negociación ha consistido en acotar las aspiraciones de cada partido a un número de postulaciones, todavía excedidas, pero que ya reconocen límites abordables.

Los negociadores desesperan porque se acerca la fecha tope y pareciera que nada todavía está firmemente consolidado. No es así. Es solo que ha llegado la oportunidad para estar dispuestos tanto a obtener como a ceder.

La negociación se resuelve más o menos rápido, dependiendo del número de conflictos abiertos al chocar las prioridades de dos o más partidos.

No se conoce negociación sin concesiones, pero no existe negociación exitosa dónde se sacrifiquen las principales prioridades de los involucrados.

El éxito depende de la sinceridad con que actúa cada partido, es decir, cuando se concreta a pedir aquello en lo que muestra razonables posibilidades de éxito. También depende del respeto con que se trate a los candidatos. Se colabora con el bien común del pacto si se escogen a los que tienen más votos, no a los más amigos o al mejor compañero, solo por llenar un cupo.

Cada uno, por su lado, tiene que llegar al convencimiento que lo que tiene que priorizar se concentra en donde quiere y puede de verdad competir, no en responder a las aspiraciones personales de todos sus militantes porque si pretende algo así, eterniza la negociación e impide el avance general.

Sin aporte al bien común no hay acuerdo. La salida del túnel está a la vista cuando se pasa del criterio de “el que tiene, mantiene” a otro más específico como es “el que tiene, mantiene si eso permite al pacto mantener la comuna”.

Cuando eso no se puede argumentar con solvencia, entonces hay que escoger otro camino para llegar con un solo postulante a la alcaldía. Aquí, nuevamente hay que tomar una precaución: el procedimiento de resolución no puede ser uno que agrave los problemas que ya se tienen.

Una primaria es un procedimiento viable cuando no se le da la oportunidad a una candidatura adversaria de intervenir en el proceso y escoger, con su participación, al candidato que le sea más fácil de derrotar en la elección abierta.

La negociación no se resuelve solo recurriendo a números, sino que requiere un ejercicio de prudencia y habilidad política. Al final, se debe conseguir un cierto equilibrio en la proporción en que los partidos obtienen cupos. La negociación respeta el peso de cada partido, aunque no necesariamente ello se expresa en las mismas comunas en las que hoy tiene el liderazgo.

Pero estas no son las únicas consideraciones que importan. Hay que vincular esta elección con las que siguen y como la más importante es la elección presidencial, es ella la que ordena todo. Se habrá actuado bien si la negociación termina con pactos en que los más cercanos políticamente son también aliados electorales. Así se actúa con coherencia frente a los electores.

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