La llegada del fin de año trae consigo un cúmulo de emociones, pero junto a la alegría y la esperanza, también se hace presente un compañero indeseado: el estrés. Esta época del año puede llegar a ser abrumadora para muchas personas, ya que implica una carga adicional tanto en el ámbito económico, social y familiar.
El estrés de fin de año puede tener un impacto considerable en la economía personal de las personas. El compromiso de cumplir con las expectativas sociales y familiares en cuanto a regalos, cenas y eventos puede llevar a un desequilibrio en el presupuesto.
Muchas personas se enfrentan a la presión de gastar más de lo que pueden permitirse, lo que puede derivar en deudas y dificultades financieras a largo plazo. Además, la carga de los gastos extras puede generar preocupaciones y ansiedad, aumentando aún más el nivel de estrés.
La temporada navideña está repleta de eventos sociales y compromisos familiares. Mientras que para algunos puede ser una fuente de alegría y felicidad, para otros puede ser una fuente de estrés social. La necesidad de cumplir con expectativas sociales, asistir a múltiples eventos y mantener relaciones armoniosas con amigos y familiares puede ser agotador.
Además, las comparaciones con los demás, especialmente en las redes sociales, pueden generar sentimientos de insatisfacción y presión para parecer siempre felices y exitosos.
La jefa de la Unidad Emocional de Clínica INDISA, Josefina Guzmán, recomienda tomarlo con cautela, pero siempre adoptando acciones para tratar el estrés.
“Para combatir el estrés tenemos que empezar por desactivar los umbrales de alerta que tenemos respecto a nuestros deberes o cosas pendientes. Por eso, siempre son recomendables las terapias alternativas o la actividad física que permitan la liberación y regulación hormonal, cardiovascular y cerebral, que son los centros principales de alerta”, puntualiza.
El estrés de fin de año también puede afectar las relaciones familiares. La dinámica familiar puede intensificarse durante esta temporada y las tensiones pueden aumentar. Las expectativas y tradiciones familiares pueden crear conflictos entre los miembros, especialmente cuando hay dificultades para cumplirlas.
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La carga de organizar y coordinar eventos familiares, junto con el riesgo de discusiones y disputas, puede tener un impacto negativo en la armonía y el bienestar general de las personas.
“Todos estamos expuestos al estrés de fin de año. Las mujeres profesionales, debido a la gran cantidad de exigencias que tienen en su vida en general y en particular en esta época, pero también los estudiantes, que deben enfrentar los meses del año de mayor estudio”, explica María Paz Altuzarra, psicóloga de Clínica Universidad de los Andes.
“Algunas personas, a pesar de que están muy cansadas, empiezan a sufrir de insomnio o tienden a despertarse muy temprano, porque la mente no para y están en la noche pensando todas las cosas que tienen que hacer al otro día y que sienten que no van a alcanzar”, describe Altuzarra.
El estrés de fin de año es una carga que afecta a personas en todas las esferas de sus vidas. Desde la economía personal hasta las relaciones sociales y familiares, esta época del año puede generar presiones adicionales que pueden perjudicar la salud mental y emocional de las personas.
Es importante reconocer los desafíos que implica esta temporada y buscar estrategias para manejar el estrés de manera saludable, como establecer límites en los gastos, practicar la autocompasión y mantener una comunicación abierta y sincera con los seres queridos. Al hacerlo, podemos disfrutar de estas festividades sin dejar que el estrés se apodere de nuestras vidas.
Consejos para un nuevo año sin estrés
Obtén recomendaciones para iniciar el año con calma:
- – Abandona balances estrictos.
- – Acepta y valora cada experiencia.
- – Escucha y conecta con tu cuerpo.
- – Practica la gratitud y celebra logros.
- – Enfócate en lo positivo y prioritario.
