Los hallazgos de un reciente estudio indicó que la presencia de perros puede ser más eficaz para aliviar el estrés que la compañía de parejas o amigos.
Los estudios muestran que en situaciones de presión, los dueños de perros exhiben una menor respuesta fisiológica en presencia de sus mascotas. Esto se traduce en un apoyo que tiene repercusiones tanto psicológicas como físicas.
Cómo la presencia de un perro provoca calma
Un estudio publicado en la revista Psychosomatic Medicine corroboró que los dueños de perros enfrentando pruebas mentalmente desafiantes presentaban reacciones fisiológicas más tendientes a la calma en comparación con aquellos acompañados por humanos.
Otro estudio destacó que cuando los sujetos realizaban una tarea estresante en presencia de un perro, mostraban indicadores de estrés más bajos. Este fenómeno se atribuye a una forma de interacción más honesta y aceptada con los perros en comparación con las personas.
Se observó que la interacción con nuestros canes después de tareas estresantes resultaba en un mayor bienestar emocional que otras actividades consideradas relajantes, como colorear.
Los perros no juzgan
El apoyo social que brindan los perros se caracteriza por su naturaleza no evaluativa. Los perros, que muestran entusiasmo y ofrecen compañía, pueden promover emociones positivas en sus dueños.
La investigación demostró que los perros pueden ofrecer consuelo, escuchar y brindar apoyo de formas que no requieren comunicación verbal.
La confiabilidad de los perros se ha asociado con la provisión de una sensación de seguridad para sus dueños. La ausencia de juicio y la aceptación incondicional de los perros se consideran factores clave en su capacidad para calmar a los humanos en momentos de ansiedad.
Hablar con tu mascota de lo que te pasa
La comunicación con nuestra mascota también se ha identificado como un mecanismo para recordar lo que es importante en la vida diaria. Los expertos señalan que discutir asuntos emocionales con ellos puede facilitar el procesamiento emocional.
Los resultados de un estudio de Anthrozoös sugieren que las personas podrían confiar más en sus perros para compartir emociones difíciles como celos, apatía, ansiedad, depresión que con parejas o amigos.
La hipótesis es que los perros escuchan sin interrumpir o contestar, lo cual puede ser beneficioso para el manejo de problemas personales.
Expresar emociones puede tener un efecto catártico, y se ha encontrado que verbalizar preocupaciones a un perro puede ayudar a disminuir la intensidad de sentimientos negativos.
La relación con un perro puede ser un entorno seguro para la expresión emocional. Los perros pueden ser distractores efectivos de preocupaciones, ofreciendo una forma de regulación emocional.
La interacción con ellos tiene el potencial de liberar oxitocina, que puede disminuir el estrés.
Otro estudio reciente confirmó que interactuar con nuestros canes durante el trabajo a distancia puede ayudar a las personas a recuperarse del desgaste emocional.
Finalmente, se considera que los perros pueden ser lectores eficaces de las emociones humanas y, al responder a estas lecturas, pueden ayudar a sus dueños a regular sus propias emociones, creando un ciclo positivo de bienestar emocional.
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