A las 2:20 horas de hoy el horno de Huachipato se apagó. Y con él, 74 años de historia acerera de la empresa de Talcahuano, en la región del Biobío. Fue el último turno.
El proceso de cierre fue confirmado el viernes pasado por la Siderúrgica, que forma parte del grupo CAP. Con esto, 20 mil profesionales, técnicos y trabajadores, directos e indirectos, perderán su empleo.
El proceso se inició este domingo y concluyó las primeras horas este lunes.
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EMISIONES VISIBLES
La empresa explicó que el proceso de cierre se planificó “considerando las experiencias pasadas durante mantenciones y detenciones programadas, y se realizaron los análisis de riesgos pertinentes”.
Añadió que esto permitirá “adoptar todos los resguardos necesarios para garantizar adecuado control de los potenciales impactos ambientales, la integridad de los trabajadores y de la comunidad, así como también prevenir y mitigar las eventuales molestias que se puedan ocasionar”.
Además, advirtió que se prevé la producción de “emisiones atmosféricas inusuales” tras el apagado del alto horno, que “podrían ser visibles y ruidosas”.
RÉQUIEM PARA HUACHIPATO
El pasado miércoles 7 de agosto, la compañía siderúrgica Huachipato anunció que suspendería “indefinidamente” su operación siderúrgica.
Apuntó a que su directorio se vio “obligado a tomar esta difícil decisión (…) producto de múltiples factores” que, estimaron, no se podrán revertir en el corto o mediano plazo.
Entre eso, destacó la “imposibilidad de traspasar a precios las sobretasas recomendadas por la Comisión Antidistorsiones, la intensificación del dumping chino y la compleja situación financiera que la firma enfrenta hace años”.
También mencionó el aumento del dumping chino y una complicada situación financiera. Desde 2019 hasta el primer trimestre de 2024, la empresa acumuló pérdidas superiores a US$700 millones, con una pérdida de US$385 millones en el año pasado y US$41,8 millones en el primer trimestre de este año.
