“Yo no inventé nada de esto, yo lo volví a armar”. Así explica la periodista Odette Magnet el estremecedor libro que hoy hace su presentación oficial en la Biblioteca Nacional.
Se llama “Fracturados”, de editorial Forja.
Son once cuentos cuya columna vertebral son los atropellos de la dictadura, “historias reales, inspiradas en hechos reales”, explica, y su publicación es “un deber ético de tener que decirlo por enésima vez, pero que nunca va a ser suficiente”.
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VOZ EN EL DESIERTO
“Yo creo que es un es un libro sanador”, dice, donde “quise apostar al nunca más“. Pero de verdad.
Porque ese “tiene que ser un compromiso como país; creo que a Chile le ha costado mucho enfrentar su historia y aún todavía creo yo que no llegamos a un relato común”, recalca. A reconocer que pasó lo que pasó.
Porque pareciera que ahora está la idea de que fue “el mal menor, porque estábamos en una guerra, que tampoco es cierto. Nunca tuvimos la guerra, nunca nos enfrentamos”.
Quizás “soy una voz en un desierto, pero fue mi manera de reivindicar esto y de honrar también los nombres de las víctimas y de los caídos”.
En palabras de Magnet, “al redactar estos cuentos, mi único propósito ha sido rescatar la memoria, salvar a las víctimas del olvido, honrar sus nombres y sus vidas. Mi escritura es una forma de reparar y consolar. Y denunciar, porque también escribo para los que llegaron tarde o no se quisieron enterar. Los ciegos, los sordos, los llamados cómplices pasivos. Me niego a aceptar que tanto dolor haya sido en vano y siento terror al imaginar que la barbarie se vuelve a instalar en nuestro país, sin pestañear siquiera”, sostiene en su presentación.
LOS “CASOS FELICES”
“No tienes que haber reporteado derechos humanos para darte cuenta, porque si viviste en Chile la dictadura las historias te van a resultar muy familiares, algunas situaciones de gente que se va al exilio, de gente que regresa a la patria y lo pasa re mal”, ejemplifica.
Están en su libro.
Porque de eso sabe Odette Magnet.
Con 21 años comenzó a reportear lo que irónicamente describe como “los casos felices”: secuestros, desaparecidos, exiliados, degollados, quemados…
Desde la extinta revista Hoy formó parte de un equipo que porfiadamente informó sobre lo que se escondía bajo un aparente manto de orden y tranquilidad.
“Me formé en un campo muy difícil, que no sé tampoco cómo lo fui eligiendo”, recuerda la periodista, que de todos modos plantea que tenía claro “en ese tiempo en dictadura o se estaba en una vereda o en otra, no había espacio para ambigüedad”.
Tiempos, también, en que la vida “normal” no era una alternativa. “Nos fuimos relegando como personas. Siempre los otros eran más importantes, el caso de la semana era lo más importante. Yo tenía 17 años cuando llegó la dictadura y se fue cuando yo tenía 34. Era exactamente el doble. Me habían robado 17 años”.
OJOS BIEN ABIERTOS
Entonces, el libro fue “una forma de encontrar mi voz después de haber estado tantos años escuchando las voces de otro y las tragedias de otros. Yo quería darle otra forma y contarlo a mi manera. Me hizo muy bien, porque al final fue muy terapéutico”.
“Yo digo que la escritura me salvó de la locura, porque estaba como atorada y, al mismo tiempo, quería visibilizar el tema, quería compartirlo, quería decirle al señor: si usted no se enteró todavía, esto es lo que pasó. O si no quiso saber, esto es lo que pasó, y pasó durante muchos años y hubo mucho sufrimiento”, agrega.
Magnet dice que se da por satisfecha “si yo puedo abrirle los ojos a una persona o abrirles la mente a diez personas y que sean capaces de leerlo”.
“Mis cuentos son duros. Pero donde se encuentra el dolor y se encuentra la barbarie, también se encuentra la esperanza, la amistad, el amor, la solidaridad, porque son historias reales de ficción, realmente humanas”.
“PRESENTE”
Hay un hecho trascendente que acentúa la necesidad de Odette Magnet de decir “presente” a través de este libro: los caídos.
“Jóvenes que en su mayoría tenían veintitantos años que apostaron a un sueño, a un proyecto social de vida”.
Entre ellos su hermana, una sicóloga de 27 años que en julio de 1976 fue secuestrada en Buenos Aires junto con su marido argentino, un medico de 32, y de los que nunca más se supo.
“Y así hay miles de casos. Mis padres murieron sin saber”, relata.
Y reflexiona: “Yo no me hice la loca. Incluso no es necesario que te secuestren y desaparezcan una hermana para que uno pueda sentirse conmovida y creer que uno puede aportar algo. Yo creo que aún hay mucho que decir”.
Sobre la autora: Odette Magnet es Periodista y escritora, y exagregada de prensa de las embajadas de Chile en Washington, D.C. y Londres y exagregada de prensa y cultura en el Consulado General de Chile en La Paz, Bolivia. Entre sus obras destaca Arena Negra.
Editorial Forja.
