La Asociación de Auxiliares, Técnicos y Profesionales de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) inició un paro indefinido debido a lo que califican como “vulneraciones sistemáticas” de sus derechos labores. Acusan al gobierno de no responder a las demandas que se han planteado.
La organización convocó a una marcha hasta La Moneda, donde se dejaría una carta al Presidente Gabriel Boric.
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El gobierno, dicen desde la organización de los trabajadores de la Junji, les responde que “no tiene caja” para solventar los aguinaldos, reajuste y bono de término de conflicto, pagos estipulados en la Ley de Reajuste 21.647.
La situación se agrava, ya que —acusaron desde la gremial— este es el sexto año consecutivo en que los trabajadores y trabajadoras no reciben oportunamente los pagos.
“Las autoridades no le han tomado la importancia a la Educación Inicial, siendo el sector más discriminado y con menos recursos», dijo Sandra López Palma, presidenta de la Asociación de Auxiliares, Técnicos y Profesionales de Junji.
«De hecho, las trabajadoras de Educación Parvularia somos las que recibimos más bajas remuneraciones del Estado, sin considerar que somos nosotras quienes atendemos a niñas y niños de las zonas más vulnerables del país, tanto urbanas como rurales», ahondó.
Asimismo, acusó que «existe un desprecio institucional hacia una labor que no se traduce en nuestro compromiso diario”.
PETITORIO
Durante el primer semestre de 2023 ya habían realizado una manifestación, donde denunciaban no haber recibido una respuesta satisfactoria al petitorio presentado por la Asociación de Administrativos, Auxiliares, Técnicos y Profesionales de Junji (Aprojunji).
Desde la organización se plantea que para dar solución a la demanda se “inyecten los recursos correspondientes”, a través del ministerio de Hacienda, para cumplir con los bonos “en un solo pago en el mes de enero”.
Asimismo, el petitorio exige «que la comunicación hacia los trabajadores y trabajadoras sea respetuosa y pertinente. Ya basta de silencio que provoca angustia desesperanza”.
Por otra parte, se emplaza al gobierno a que “el discurso político se haga realidad y no quede solo en un eslogan de promoción política”.
