«Guerra civil» en RN: Ossandón vs Rubilar en un todo vale que ha llevado a acusaciones de nepotismo y corrupción.
La disputa municipal que se avecina en Puente Alto, entre Karla Rubilar y Felipe Ossandón, tiene al borde del quiebre a RN.
Los «padrinos»
A Rubilar la apoya el actual alcalde Germán Codina, mientras que al concejal lo hace su tío, el senador Manuel José Ossandón.
Las acusaciones cruzadas salieron hace rato de la interna y llegaron incluso a la televisión.
Denuncias cruzadas entre todos los involucrados, está dejando más heridos que triunfadores.
«Rubilar aprovechó la municipalidad para proyectar candidatura»
Karla Rubilar tomó la decisión de renunciar al cargo de coordinadora social del gabinete de la comuna, luego de ser acusada de estar usufructuando de él solo para promocionarse de candidata.
La determinación fue aplaudida por el senador Ossandón, quien había denunciado en Tolerancia Cero que Rubilar “estaba clara de la existencia de un conflicto de interés que va más allá de la legalidad”.
El Tribunal Supremo de Renovación Nacional decidió abrir, de oficio, causa contra Germán Codina y Manuel José Ossandón por infringir el deber de lealtad y afecto partidario, y conductas indebidas que comprometen los intereses y prestigio de la colectividad.
Los «patrones» de Puente Alto
Y es que el tema no es menor. Osandón acusa a Codina de montar una máquina electoral en la comuna en favor de Rubilar.
Y el alcalde acusa a Ossandón de nepotismo por apoyar abiertamente a su sobrino. ¿Qué podría salir mal?
Tomás Mosciatti dio una campanada de alerta: “Yo no sé por qué la derecha cree que tiene ganado Puente Alto, como que no habría un candidato alternativo a la derecha. Creen que son dueños y patrones de Puente Alto“, dijo Mosciatti.
Guerra civil de élites
“Hay una especie de guerra civil increíble, como si no existiera nadie más. Como si lo habitantes de Puente Alto estuvieran obligados a votar por estas opciones”, agregó.
La primaria interna para definir candidato no aparece hoy como una alternativa entre las acusaciones que merman las confianzas en ese partido de derecha.
Mientras la ciudadanía ve a sus líderes enfrascados en una disputa de poder, observa su entorno de abandono y se aleja cada vez más de la política.
Parece que no aprenden
La derecha aún no se baja del poni y asume que no existe un «mercado cautivo» de electores.
Menos, con voto obligatorio.
Las demás fuerzas políticas de la comuna guardan silencio. Como si también en esto quisieran respetar «el que tiene, mantiene».
Y después dicen que no la vieron venir.
