Bolivia enfrenta hoy una trascendental elección, donde la derecha aparece como favorita para poner fin a dos décadas de gobiernos de izquierda que inició Evo Morales.
Los locales de votación abrieron a las 08H00 locales (12H00 GMT) y se permanecerán así hasta las las 16H00 (20H00 GMT).
Se espera la participación de más de 7,9 millones de bolivianos que, además del presidente, renovarán el Congreso de 166 miembros.
El millonario Samuel Doria Medina, de 66 años, y el expresidente Jorge Tuto Quiroga (65) parten con holgada ventaja entre los ocho aspirantes al palacio presidencial.
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Prácticamente empatados en las encuestas, ambos disputarían una segunda vuelta el 19 de octubre en un inédito duelo de derechas. El oficialista Eduardo del Castillo y el izquierdista y jefe del Senado, Andrónico Rodríguez, los siguen bastante más atrás.
VIRAJE A LA DERECHA
En un país desabastecido de dólares y combustibles y con una inflación interanual de casi el 25%, la mayor en 17 años, los bolivinos parecen dispuestos a castigar al Movimiento Al Socialismo (MAS), que ha gobernado desde 2006, primero con Morales y luego con Luis Arce.
Las propuestas de Doria Medina y Quiroga coinciden implantar una economía de mercado y desmontar el modelo que implantó el MAS.
El primero -empresario en la industria del cemento, el sector hotelero y en el de las comidas rápidas- promete un plan de choque de 100 días. «Vamos a recobrar la estabilidad económica y después hacer una serie de cambios profundos en Bolivia para salir del estatismo», dijo a la agencia de noticias AFP.
El segundo, ya fue mandatario entre 2001 y 2002, cuando siendo vicepresidente asumió el poder en reemplazo de Hugo Banzer, un exdictador de los 1970 que luego fue elegido democráticamente pero renunció al enfermar de cáncer.
Su promesa es que «vamos a cambiar todo, absolutamente todo. Son 20 años perdidos».
¿Y EVO?
El eterno expresidente de Bolivia (2006-2019) Evo Morales intentó competir en esta elección por un cuarto mandato.
Un fallo se lo impidió al prohibir la reelección por más de una vez. Además, enfrenta una orden de detención por la presunta trata de una menor cuando era jefe de Estado, acusación que él niega.
Mientras atrincherado en un pequeño poblado del Trópico de Cochabamba trata de evadir su detención, desde allí promueve el voto nulo a falta de un candidato que apadrinar.
El líder cocalero, de 65 años, que durante su gestión logró reducir la pobreza y triplicar el PIB con su plan de nacionalizaciones, se peleó a muerte con Arce, lo que dinamitó al MAS.