El pasado jueves el Instituto de Estadística y Censos (Indec) de Argentina informó los índices de pobreza e indigencia en el país durante el primer semestre de este 2024, en la primera etapa del gobierno de Javier Milei, en los que la pobreza alcanzó la cifra más alta desde el 2004.
Durante este periodo la tasa de pobreza subió once puntos hasta alcanzar el 52,9% de la población. Las personas que no pueden acceder a la canasta básica por insuficientes ingresos superó a la mitad de la población total y llegó a los 25 millones.
La situación es crítica en las infancias, el 66% de los menores de 14 años son pobres, cerca de 7,2 millones. En los mayores de 65 años, la situación de pobreza alcanzó al 29,7%.
En tanto, el 18,1% de la población estaría en situación de indigencia, cerca de 8,5 millones, y el 42,3% de los hogares serían pobres en Argentina. Mientras el Gobierno rebaja las ayudas a los comedores populares trasandinos.
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La administración de Javier Milei ha realizado un drástico recorte de gastos públicos y subido las tarifas de los principales servicios públicos. De acuerdo a El País, desde la asunción del ultraderechista al menos 5,5 millones de argentinos se habrían hecho pobres.
El Gobierno libertario le echó la culpa a su administración predecesora, liderada por Alberto Fernández. A través de su vocero, Manuel Adorni, aseguraron que los peronistas dejaron «la peor herencia que recibió un gobierno en democracia».
El diario británico Financial Times advirtió que, tras estas alarmantes cifras, la popularidad de Milei se estaría debilitando. «La tasa de pobreza de la Argentina aumentó a 52,9% bajo el programa de austeridad del Gobierno, en una señal de advertencia para el presidente libertario Javier Milei, mientras su popularidad flaquea», señalaron.
Agregaron que «Milei, que asumió en diciembre, recortó el gasto público en un esfuerzo por reducir la inflación anual, que alcanzó un máximo cercano a 300% en abril. Los aumentos de precios erosionaron el poder adquisitivo de los trabajadores y los jubilados».