El próximo 7 de mayo comenzará el cónclave en el Vaticano para elegir al nuevo pontífice tras la muerte del papa Francisco. Mientras los cardenales se preparan para entrar en la Capilla Sixtina, muchos ya se encuentran alojados en la Casa Santa Marta, donde Jorge Mario Bergoglio residió durante su papado. Y aunque la solemnidad del momento es máxima, algunas anécdotas reveladas por el arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorari al Corriere della Sera ofrecen un vistazo más humano y desenfadado al ambiente previo.
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PENSÓ QUE EL MINIBAR ERA CORTESÍA
Una de las historias más comentadas involucra a un cardenal extranjero que, convencido de que todos los servicios en Santa Marta eran gratuitos, vació el minibar de su habitación durante una reunión informal con otros purpurados. “Se acabaron en minutos las botellitas de licor”, contó Pecorari, quien se excusó de dar el nombre del protagonista, al que calificó como “un gran amigo”. La sorpresa vino al día siguiente, cuando el cardenal recibió la cuenta por los consumos: “Se sorprendió mucho”, relató el arzobispo.
SANTOS ABRIL Y CASTELLÓ Y SU FORMA DE EVITAR LA DERROTA
Otra historia la protagoniza el cardenal español Santos Abril y Castelló, quien, según Pecorari, encuentra en el tenis una forma de despejarse durante el encierro, aunque con ciertas condiciones: no le gusta perder. Al notar que un partido no le favorece, habría usado una táctica poco ortodoxa: pedir a su asistente que interrumpa el juego alegando una supuesta urgencia. “Así se suspende el partido justo antes de que termine perdiendo”, bromeó Pecorari.
LA ADVERTENCIA: NO SALIR CON SOTANA
A pesar de las restricciones, algunos cardenales optan por cenar en trattorias cercanas a Borgo Pio, buscando algo de tranquilidad lejos del protocolo. Pero no todo es tan simple. Pecorari advierte especialmente a los purpurados anglosajones sobre la tentación de salir con hábito cardenalicio: los restauradores locales, al reconocerlos, inflan las cuentas, especialmente en vinos. Por eso, recomienda dejar el anillo y la sotana en la habitación antes de salir.
ESPERA SOLEMNE, PERO NO EXENTA DE HUMOR
Aunque el cónclave se desarrolla bajo un estricto reglamento y en completo aislamiento del mundo exterior, estas historias reflejan que, detrás de los muros vaticanos, también hay espacio para momentos de distensión y cierta picardía entre los encargados de elegir al próximo líder de la Iglesia católica.
#ComandoHugoChávez Un cardenal vació el minibar del cónclave, creyendo que era gratuito, y recibió una sorprendente factura alta 🥴😱#FreeMaikelysEspinoza
#OncaLaVozDeEcos pic.twitter.com/gCpmhymjdn— #TROPA #ONCA (@FosforitoTropa) April 30, 2025
